28 de marzo 2012 segundo boletin monartca de noticias
Agencia Internacional de Prensa
REPUBLICA BOLIVARIANA DE
Venezuela.
Vertiente Informativa
Segundo Boletin de Informacion 28 de marzo de
2012
Que pasara ahora en cuba
luego de la visita del Papa
Que pasara ahora en cuba luego de la visita del
Papa
CATEDRAL DE LA HABANA
Benedicto XVI y Fidel Castro se reúnen durante media hora en
La Habana
EUROPA
PRESS 28/03/2012
Benedicto XVI y Fidel Castro se han reunido este miércoles
durante media hora en La Habana, según han informado fuentes de la Sala de
Prensa del Vaticano. El encuentro comenzó a las 12.30, hora local, y todavía no
se han revelado más detalles sobre los temas que han abordado.
OPINIONES
CONTRARIAS A LA VISITA DE BENEDICTO XVI EN CUBA
A cambio de que el régimen de
Raúl Castro decrete día festivo el Viernes Santo --más un etcétera ambiguo y
desconocido-- el Papa ha ignorado olímpicamente a la disidencia cubana durante
su visita a la Isla, sobre todo a las Damas de Blanco, detalle no menor por su
alto simbolismo. Así, la estancia de Joseph Ratzinger genera, como ya habían
advertido varios analistas, más ventajas para la Iglesia de Ortega y Alamino,
más desventajas para el pueblo de Cuba.
Un día festivo por toda una eternidad de opresión, arrogancia y miseria espiritual: La que representa para los cubanos independientes 53 años de totalitarismo. Y los que faltan, visto lo visto.
Cierto que Benedicto XVI ha deslizado, aquí y allá, algunas frases de aliento, en clave aperturista. Sus alusiones a Félix Varela, a la libertad y a la verdad están en esa cuerda. Pero son palabras aisladas y se diluyen, o se diluirán, en el agua turbia de su reunión con Fidel Castro y su desprecio por la sociedad civil cubana (titulares como el del Diario de Navarra, “El Papa revoluciona Cuba con su mensaje de cambio”, revelan un profundo desconocimiento de la realidad insular, cuando no provocan risa). En este sentido, creo que la visita del pontífice constituye una legitimación de la dictadura e incluso le compra tiempo, como 14 años después está claro que se lo compró Juan Pablo II. Nunca fue más sobrevalorada una sentencia como aquella de que “Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”.
Un día festivo por toda una eternidad de opresión, arrogancia y miseria espiritual: La que representa para los cubanos independientes 53 años de totalitarismo. Y los que faltan, visto lo visto.
Cierto que Benedicto XVI ha deslizado, aquí y allá, algunas frases de aliento, en clave aperturista. Sus alusiones a Félix Varela, a la libertad y a la verdad están en esa cuerda. Pero son palabras aisladas y se diluyen, o se diluirán, en el agua turbia de su reunión con Fidel Castro y su desprecio por la sociedad civil cubana (titulares como el del Diario de Navarra, “El Papa revoluciona Cuba con su mensaje de cambio”, revelan un profundo desconocimiento de la realidad insular, cuando no provocan risa). En este sentido, creo que la visita del pontífice constituye una legitimación de la dictadura e incluso le compra tiempo, como 14 años después está claro que se lo compró Juan Pablo II. Nunca fue más sobrevalorada una sentencia como aquella de que “Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”.
Un pequeño archipiélago, anclado en el Caribe, presume de su belleza extraordinaria
y un sabor tan mítico como encantador. Sus 110 922 km² se traducen en increíble
historia, ritmo y autenticidad. Eso es Cuba, un país de sentires arraigados que
despierta la curiosidad y admiración de muchos.
Esta tierra es un gigante cultural que atrapa y conserva el pasado hacedor
de su más genuina naturaleza. De un largo proceso de transculturación y
mestizaje nació el criollo, cuyas tradiciones y creencias no olvidan siglos de
esclavitud y colonización. La unión del africano con el español dotó a Cuba de
un ajiaco muy peculiar donde la lengua, danza, mitología, música evocan el
sincretismo perpetuo de credos y manifestaciones provenientes de otras partes
del mundo.
Sin embargo, no solo los sucesos políticos o sociales acontecidos a través
del tiempo construyen la historia de un pueblo. El desarrollo económico y
social lo reflejan también otros hechos importantes, como la historia de las
construcciones. El patrimonio arquitectónico es, entonces, otro de esos
encantos que le permite al visitante foráneo viajar entre los siglos que hacen
de Cuba un espacio sin igual.
Una de las principales construcciones de la Cuba colonial fueron las
iglesias, conventos y ermitas establecidas en las primeras villas por la
llegada de órdenes religiosas, como los dominicos y franciscanos.
Lo que en un momento fue de embarrado y guano evolucionó en techos de
madera y alfarje con tirantes pareados; en columnas salomónicas, nichos
escultóricos y un mayor volumen estructural. Entre el siglo XVII de una
arquitectura popular de profunda raíz mudéjar y el siglo XIX de elegante
neoclasicismo, surgió en el siglo XVIII una arquitectura de definido estilo
barroco, materializado en notables exponentes religiosos como la Catedral de La
Habana y la Iglesia-convento de San Francisco de Asís, también ubicada en la
capital.
La arquitectura barroca colonial cubana significó un amplio dominio de la
forma, la exaltación del movimiento y la elaboración del ornamento, todo ello
condicionado a las peculiaridades impuestas por los materiales y la mano de
obra disponibles en aquella época.
Con el paso de los años, la cultura popular tradicional de Cuba aprehendió
las más diversas prácticas religiosas, expresadas tanto en documentos de fuerza
legal como en la existencia de disímiles instituciones y organizaciones. Esto
impulsó la solidificación de nuevos templos, iglesias y casas museos de
indeleble valor histórico y patrimonial.
Es así que, además de la preservación de edificaciones como el convento de
Santa Clara, la Iglesia de San Francisco de Paula o la de San Ramón del Real y
Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced, nacieron reconocidas iglesias
católicas entre las que se encuentran la consagrada a la Virgen de la Caridad
del Cobre en la oriental provincia de Santiago de Cuba, la Iglesia Sagrado
Corazón de Jesús, ubicada en la popular Quinta avenida de La Habana, y la
de Los Pasionistas, en el capitalino municipio de Diez de Octubre.
Como muestra del amplio universo religioso que caracteriza al país existen
las Sinagogas de la comunidad hebrea; las iglesias ofrecidas a la Ortodoxia,
los templos de los protestantes y los santuarios dedicados a la religión
afrocubana.
De diversas épocas y siglos, cada templo nos queda como el monumento a una
cultura, a una religión. Cuba es una mezcla de tradiciones y profunda en
legados. La identidad cubana está perneada por lo diverso y su arquitectura
religiosa es prueba irrefutable de ello.
Hay una curiosidad total que sucederá con el bloqueo y tantos problemas del
vecino a 90 millas EEUU, que no puede con la isla hasta ahora atacada desde
hace mas de 53 años y sigue en total desarrollo de su forma de gobernar.
Fuente /Agencias/monartca
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