ANTONIA MUÑOZ / OPINIÓN
La semana pasada planteamos algunas ideas sobre esta gran misión. A manera de recordatorio hoy queremos precisar algunas aspectos que se deben tener presente, siendo la primera, las áreas de desarrollo propuestas por el Gobierno Nacional como son: 1. Vivienda 2. Obras públicas 3. Sector médico asistencial 4. Agricultura vegetal y forestal 5. Educación 6. Transporte de productos e insumos 7. Atención a personas con discapacidad 8. Proyectos en la faja petrolífera del Orinoco. El segundo recordatorio es que la Misión Saber y Trabajo está pensada y será implementada con el objetivo de romper, de taladrar si es posible, ese piso duro de 8 % de desempleo que se niega a ceder. Para ello se promueven áreas de desarrollo, donde se necesitan manos de obra calificada desde obreros hasta profesionales.
Con la Misión Saber y Trabajo se cumple aquello de que no siempre querer es poder. Alguien puede querer trabajar en el área de la construcción, pero no tiene la experticia que requiere la obra. Por eso todos los quieran trabajar en la Misión saber y trabajo tienen que recibir una inducción y capacitación mínima de tres (3) meses. De esta manera, en adelante diremos: querer y saber, es poder. Según el Ministro Menéndez: “la inserción laboral busca un saber y un conocimiento, lo que en términos de Simón Rodríguez, sería enfrentar la ignorancia con un conocimiento que nos haga libres a través de un trabajo liberador”.
La tercera premisa es que los empleos que se quieren generar deben ser productivos y no burocráticos. No se trata de seguir abultando las nóminas de las instituciones del Estado venezolano. Como es de gran interés el desarrollo de la faja petrolífera del Orinoco, esa será una de las primeras áreas para cuyo desarrollo se convocará mano de obra a diferentes niveles de especialización. Un plan de capacitación y empleo como el planteado, que atraiga trabajadores de varios niveles a la faja cumplirá un doble propósito, será como matar dos pájaros con una misma piedra: generación de empleos productivos, desarrollo y poblamiento del eje Orinoco- Apure, en cierta medida a expensa del eje centro- norte costero.
Por ejemplo, es una gran tragedia social para el país la concentración poblacional en la gran Caracas (municipios Sucre, Baruta, Chacao, El Hatillo y Libertador). Que la cuarta República haya dejado poblar los cerros de Caracas de la manera que lo permitió por no continuar los planes de Pérez Jiménez o por no diseñar sus propios y adecuados planes habitacionales y de desarrollo del país, es un problema casi irreversible. Sin embargo, aunque esto no se pueda revertir, algo debe hacerse para que esta situación no se siga empeorando y mucho menos replicando en otros sectores. Por eso, la Misión Saber y Trabajo también lleva implícito un modelo distinto de desarrollo del país. Implica generar oportunidad de estudio y de trabajo en áreas del país casi despobladas. Por ejemplo, mientras en los 7.950 Km2 de Miranda viven unos 3 millones de habitantes, 402 mil de éllos en el municipio Sucre, en los 76.500 Km2 de Apure viven unos de 520.000 habitantes. Lo mismo se puede decir de Guárico con 66.400 Km2 y 802.540 habitantes. Ahora en estos estados, con territorios y recursos inmensos, hay mayor oportunidad de estudios, por eso ya las y los jóvenes de ambos estados no tienen que emigrar para el estado Aragua.
Finalmente, por ahora, me permito hacer una observación para que de ninguna manera vayan a repetirse hechos que ya ocurrieron cuando comenzó la explotación de petróleo en Venezuela. Es el caso que la faja petrolífera del Orinoco atraviesa varios estados agropecuarios como sur de Guárico, Anzoátegui y Monagas. Si los sueldos y condiciones de trabajo ofrecidos en la faja petrolífera del Orinoco son significativamente superiores o mucho más atractivos que los correspondientes en el sector agrícola, ganadero o pesquero, de esos y otros estados no deberíamos sorprendernos que los obreros como ordeñadores y hasta los profesionales del campo comiencen a escasear. También se debe prestar atención a la especulación que puede desatarse en el alquiler de viviendas, costo de los alimentos y prestación de ciertos servicios. También debería tenerse en mente el caso de la fundación y crecimiento de Puerto Ordaz. La historia no debe repetirse. Viviremos y venceremos!
Guanare, 18 de enero de 2012.
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