Manifiesto a la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
Por: Los abajos firmantes
Fecha de publicación: 01/09/11
Ciudadanos:
Miembros de la Asamblea General,
Miembros del Consejo de Seguridad,
Miembros de la Comisión de Derechos Humanos
y representantes de Naciones allí instituidas
en esa Organización de las Naciones Unidas
De nuestras consideraciones:
Nosotros, quienes abajo suscribimos este documento-Manifiesto, ante el alto estado de ferocidad y brutal conflictividad conclusiva en estado de guerra permanente que afectan y viven actualmente las distintas naciones y pueblos que habitan la faz de nuestro planeta tierra en el constituido de más de doscientas naciones, y frente a esa agresión y violencia instituida como mecanismo de intermediación sinalagmática que ha impuesto esa misma Organización de las Naciones Unidas con su Consejo de Seguridad y la OTAN como su brazo armado para agredir de manera indiscriminada a cualquier nación que los gobiernos de los Estados Unidos y los de los 8 países más poderosos de Europa dispongan, desde Venezuela les hacemos llegar nuestras reflexiones y posición sobre los particulares, de los que hablaremos en el contenido de este Manifiesto a ustedes.
I.- Violación Flagrante de los Objetivos y Principios de la ONU.
1.- Como se sabe, en lo más concreto y específico de los hechos históricos ocurridos durante estos últimos sesenta y seis (66) años, desde ocurrida la fundación de esa Organización de las Naciones Unidas, -y luego de la segunda Guerra Mundial- a esta época presente, esa Organización como reguladora de las relaciones internacionales -en los planos políticos-jurídicos, militares y sociales, económicos, comerciales y financieros-monetarios, etc.-, ha tenido que ver con todas las acciones de guerras que se han suscitado en toda la extensión del orbe planetario, por estar bajo la tutela y batuta de los gobiernos de los Estados Unidos y los países más fuertes de Europa –Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Italia y otros, que han propiciado y ejecutado dichas guerras, según sus términos de intereses particulares. Efectivamente, como es bien sabido, los términos de la Declaración de las Naciones Unidas tuvieron su base de definición dada por la Secretaría de Estado del gobierno norteamericano ya en 1942. Y así se determinó posteriormente toda la estructura organizacional, de dirección, de administración y funcionamiento de lo que es la Organización de las Naciones Unidas, tal cual funciona hoy bajo tutela norteamericana-europea, en que incluso, la CIA coordina los movimientos de la OTAN desde el siglo pasado.
Por eso, en lo medular de lo ya expuesto, importa destacar como hecho básico -que es pertinente a vuestras responsabilidades sobre los asuntos públicos internacionales que les compete en esa Organización-, la enorme y gigantesca tensión mundial de estado de guerra que envuelve a las naciones, a las gentes en vastas muchedumbres en todo el planeta; tensión patológica y de disfunciones mentales que nos lleva a todos los seres humanos a vivir una vida de desastres y de locura sin rumbo cierto para el porvenir, bajo términos de deshumanización sistemática estructurada histórica.
En este sentido, la Resolución 1973 del 18 de marzo del presente año tomada por el Consejo de Seguridad de ese vuestro Organismo contra el gobierno del coronel Muammar Al Gaddafi, como así los resultados y efectos de invasión brutal con matanzas indiscriminadas, utilizando además uranio empobrecido que afecta a la población patológicamente, -a nombre de proteger humanitariamente a la población de Libia de las matanzas del gobierno del coronel Gaddafi- que está ocurriendo y perpetúa la OTAN contra el pueblo civil e indefenso de la República de Libia en estos momentos del presente, se corresponde a ese estado de deshumanización sistemática estructurada por ustedes hoy, con su práctica jurídica internacional para el crimen; y como lo hicieron con la república de Irak –la Casa de los Poetas-, a ese ancestral pueblo libio, ustedes de manera insensible e infrahumana, le están destruyendo además todo su gran acervo artístico, literario, poético, científico y cultural cultivado durante miles de años, con sus bombardeos de tierra arrasada. Así, en el desgarre impío del alma de ese pueblo que sufre todas las transfixiones, el trabajo de siglos y milenios de millones de seres humanos libios, ustedes hoy se los están destruyendo miserable y monstruosamente con bombardeos a largas distancias, sin que medie de vuestra parte el menor asomo de sensibilidad humana. Y por consecuencias de esa línea de aducción del poder de dominación que se abstrae de la eminencia sentiente humana, de su realidad vivida y sentida en carne mortal y en el alma de los pueblos, de las gentes en lo multitudinario poblacional, la responsabilidad internacional de esa Organización de las Naciones Unidas en la presencia de su Secretario General, el señor Ban Ki-Moon y demás miembros dirigentes, se ha tornado irresponsabilidad macabra y demoníaca sobre sus hombros curvados por el peso de las injusticias y crímenes masivos. Así también los miles de muertos en la guerra contra los pueblos de Irak y de Afganistán –como antes fueron y son los miles de muertos de Hiroshima y Nagasaki en Japón, los muertos de Vietnam, los de Guatemala, los de la República Dominicana, los de Grenada y Panamá (todos los de la urbanización el Chorrillo) que corren por cuenta de los gobiernos de los Estados Unidos y de ustedes por convalidarlos- son vuestra responsabilidad, con términos de irresponsabilidad infrahumana y monstruosa, imperdonable ante la historia humana y la naturaleza en su iridiscencia radiante de vida.
2.- Empero, todos esos hechos son apenas efectos-fenómenos resultantes de conocimientos históricos cuyas determinaciones de especies (causas-fenómenos) se comprenden dentro de los términos mismo de la evolución y desarrollo de las sociedades humanas que se deslastran de su bestialidad inclinática animal la que ustedes encarnan en este presente. Y esa infrahumanidad vuestra de hoy, es parte de los sacrificios que tienen que superar nuestras sociedades en tránsitos de pruebas de sus vidas en marcha. La vida de las sociedades humanas va muchísimo más allá de la longitud de vida de este sistema capitalista que es vuestra representación impía y brutal; y por tanto, -he ahí los términos ineluctables y espernibles de las perversas ejecutorías de vuestro efímero poder como operadores de la Organización de las Naciones Unidas-, el juicio inapelable y férreo de la historia muy pronto los espera como reos en el banquillo de los acusados, por sus masivos asesinatos y demás crímenes e injusticias de lesa humanidad.
3.- Efectivamente, esa Organización de las Naciones Unidas en vuestras presencias de actos y ejecutorías de negociados crematísticos y de tráfagos, ha violado vilmente los términos de la semi-legalidad que en principio tenía, si era que en algo los tenía, y con los que justificaron su creación hace unos sesenta y seis años. Por ejemplo, en principio, violaron los términos de los Cuatro Objetivos de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, aprobados entre el 25 de abril y el 26 de junio de 1945 por representantes de cincuenta y un (51) naciones de aquel momento, como así sus siete Principios iniciales de entonces. Así, los Cuatro Objetivos violados son:
1) Mantenimiento de la paz y seguridad internacionales;
2) Fomentar entre las naciones relaciones de amistad;
3) Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural y humanitario, y en el desarrollo y el estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; y
4) Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes.
Los sietes Principios violados son:
1) la organización se basa en la igualdad soberana de todos sus miembros
2) todos los estados miembros cumplirían las obligaciones contraídas de conformidad con la Carta
3) los miembros arreglarían sus controversias internacionales por medios pacíficos y sin poner en peligro la paz, la seguridad o la justicia
4) los estados miembros se abstendrían en sus relaciones internacionales de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra otros Estados
5) los miembros prestarían a las Naciones Unidas toda la clase de ayuda en cualquier acción que ejerzan de conformidad con la Carta, y no ayudarían a Estado ninguno contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción preventiva o coercitiva
6) ninguna disposición de la Carta autorizaría a la ONU a intervenir en los asuntos que son jurisdicción interna de los Estados
7) las Naciones Unidas harían que los Estados que no son miembros de la Organización, se conducirían de acuerdo con estos principios en la medida que fuera necesaria para mantener la paz y la seguridad internacionales.
De la misma manera, también han violado y pateado vulgarmente la Resolución 2625 de la Asamblea General de esa Naciones Unidas, aprobada el 24 de octubre de 1970. Resolución que recoge todo el cuerpo significativo de “DERECHO INTERNACIONAL REFERENTES A LAS RELACIONES DE AMISTAD Y LA COOPERACIÓN ENTRE LOS ESTADOS DE CONFORMIDAD CON LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS” en el período que va desde 1962 a 1970, con un cuerpo de seis Resoluciones.
Por lo demás, en los términos de la fundación de la OTAN ésta está concebida como un Organismo Militar meramente defensivo de sus miembros ante ataques armados provenientes de otros Estados exteriores, y no como un cuerpo armado ofensivo contra otros Estados que, incluso, ni siquiera representan amenaza a su seguridad interna ni mucho menos les afectan en sus derechos fundamentales.
II.- La ONU Carece de Legalidad Jurídica Para Regir Representación de las Naciones en el Contexto Internacional.
1.- Consiguientemente, por la experiencia de las relaciones internacionales habidas durante estos últimos quinientos años, con prácticas jurídicas, económicas, políticas y militares regidas entonces por los gobiernos de las naciones imperialistas de Europa –que saquearon en principio a nuestro antiguo continente de Abya Yala y a los de Asia, África y Australia y Oceanía practicando masivas matanzas de otros seres humanos y saqueos y robos descarados-, y, luego ahora, por los gobiernos de los Estados Unidos asociados con los siete más grandes de Europa contra los pueblos de las naciones más débiles y de menores desarrollos, los términos de los conceptos y formalismos jurídicos tanto de los Cuatro Objetivos de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, al igual que así los términos de los siete Principios violados, todos ellos fueron formulados en un contexto de lenguaje y comunicación manipulados no humanos, regido por los fuertes -principio de selección natural de supervivencia por imposición del más fuerte biológico- quienes no veían las relaciones con los otros más que bajo los términos de su dominación de invasión y depredación territorial y mental de los demás pueblos de la tierra (darwinismo sociológico). Bajo este contexto, en el que, integrado en su base de jurisprudencia por el derecho romano y el teológico de la iglesia católica, ambos derechos de conquista, conjuntamente con las preceptivas manchesterianas de las leyes económicas de explotación y expoliación del trabajo humano –jornadas de trabajo sin términos de horario, ausencia total de derechos laborales, salarios de miseria, cero seguridad laboral, malos tratos de los dueños y capataces, etc.,- con empobrecimiento masivo cada vez más acelerado; a partir del siglo XVII surge así el Derecho Internacional que actualmente nos rige en lo mundial. Y, por ello, no es de extrañar los términos excluyentes y racistas de la Resolución 1541 (XV), del 15 de diciembre de 1960, de la Asamblea General de la ONU sobre la definición de PUEBLO, que es la que corresponde a las comunidades nacionales con sus territorios sujetos a ¡Colonialismo!, por parte de las naciones europeas imperiales. Deriva de dicha Resolución este concepto de pueblo con determinaciones expresas de distinción de estamento de clases para aquellas naciones excluidas –como en el caso específico de Suráfrica después de la segunda guerra mundial, en la que se aplicó el Apartheid por política racista y excluyente de la ONU que fundamenta el concepto “Pueblo”- en plan de sociología del derecho de división de clases, que ustedes sostienen como pie de la jurisprudencia del derecho social occidental, europeo-norteamericano, de conquista, de acuerdo con la interpretación del artículo 1 de los Pactos y el artículo 1.2 de la Carta en relación con los Capítulos XI, XII y XIII de esta última. Y por eso y con todo así, ustedes, aquí y ahora, intentan retrotraer aquellos avances de humanización logrados durante el siglo XX próximo pasado en el derecho internacional, y siguiendo esa misma vieja preceptiva de dominación y desprecio del valor de los demás pueblos pues, han violado sus mismos términos, -por ejemplo, el 6º principio de la Carta: “Ninguna disposición de la Carta autorizaría a la ONU a intervenir en los asuntos que son jurisdicción interna de los Estados”. Y entonces, ¿Con qué determinación jurídica ustedes están bombardeando y asesinando masivamente al pueblo de Libia, como así lo están haciendo con los de Irak y Afganistán?
Mediante la Resolución 1973, dados en los principios jurídicos de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, en sus bases de sustancia ética y moral como materia sustantiva del Derecho, ¿Qué otra disposición jurídica, determinada por ley de eminencia científica del Derecho, puede pasar por encima de ese 6º principio consagrado en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas? ¿Cuál es ese vuestro alegato al respecto, tanto y cuanto función de humanidad del acto de fehaciencia científica, en contrario a los términos de este 6º principio, alegato que no sea vuestra misma deshumanización sistemática e infrahumanidad contra los pueblos y las gentes, para haber violado írritamente este principio 6 de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas? Repetimos, taxativamente, ustedes han violado flagrantemente todos los principios del derecho a la vida humana y de existencia de las naciones en su auto-determinación de pueblos libres, libérrimos.
De manera que si el total de las naciones de la tierra en el cuerpo de sus poblaciones, más de seis mil millones de seres humanos, con más de un 70% empobrecido, –respecto al total de más de 192 representantes agrupados en la ONU- les preguntan, “¿Y qué dicen ustedes sobre la violación flagrante de los derechos humanos, con asesinatos masivos contra el pueblo civil e indefenso de la República de Libia bajo términos de crímenes de lesa humanidad, cometidos por ustedes mediante la OTAN con alevosía e impunidad brutal y vil de bombardeos indiscriminados?, ¡respondan!” Por supuesto, queda claro que ustedes no tienen ningún alegato ni palabra con qué responder ante esa interrogante humana. Y entonces, esas mismas naciones en las voces multitudinarias de miles de millones de sus gentes no les quedaría más que responderles a ustedes: “Ustedes mismos, representantes responsables del funcionamiento de la Organización de las Naciones Unidas han destruido e invalidado, irresponsablemente, ante el mundo humano todo vestigio de legalidad y de legitimidad jurídica, ética y moral de esa Organización multilateral”. Por consecuencias, esa Organización de las Naciones Unidas NO TIENE LEGALIDAD JURÍDICA DE REPRESENTACIÓN DE NINGUNA NACIÓN NI PUEBLO DE LA TIERRA, MUCHO MENOS TIENE LEGITIMIDAD ALGUNA PARA EXISTIR CON REGENCIA INTERNACIONAL DE RELACIONES ENTRE LAS NACIONES DE LA TIERRA.
2.- Por consecuencias, y si la ONU no contiene legalidad de representación jurídica de ninguna nación ni pueblo, ni mucho menos legitimidad, ¿Cuál es, en el fondo de los hechos históricos, su carácter y estatuto de institución multilateral y transgubernamental tutelada, con influencias tan notablemente parcializadas en el marco de las relaciones internacionales a favor de unos muy pocos gobernantes, y en contra posición flagrante respecto y contra la dignidad y humanización de más del 99% de las naciones de la tierra?
Como lo hemos venido señalando insistentemente, por las prácticas espernibles y de lesa humanidad contra los pueblos instituidas durante estos último quinientos años por los representantes de las naciones que han orientado, regido y administrado a la Organización de las Naciones Unidas desde su fundación y nacimiento a esta parte de las circunstancias históricas en las que hoy vivimos, fuera de todo orden legal que no se corresponde con los intereses ni comprende a los de ninguna nación, sus actos están totalmente reñidos y en contra posición a los términos de un verdadero orden internacional de las naciones de la tierra. Y por tanto, su carácter básico es, y está enmarcado, dentro de los términos de un desorden vandálico y delincuencial sistemático, que admite toda y cualquier forma de organización delictiva y de vulgares hampones, como se dan en las grandes ciudades de Europa y los Estados Unidos con las empresas ilícitas del narco-tráfico, el tráfico de armas y el de “la trata de blancas”; debe recordarse la asociación que el gobierno de los Estados Unidos mantuvo con el mafioso ítalo-norteamericano Lucky Luciano de la familia de los genoveses a mediados del siglo XX próximo pasado, como así mantiene asociación con los narco-traficantes y de armas que azotan a las poblaciones indefensas en México, entre tantos otros, tal como lo denunció y acusó recientemente de manera directa el presidente de México, Felipe Calderón. Precisamente, es voz populi, que el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, está personalmente ligado con la mafia de “los corsos” como así con la CIA en estos “negocios” de la amapola desde hace muchos años. Negocios estos que, a su vez secreto a voces, “lavados” sus magnitudes monetarias sucias, en sus irradiaciones de concentración son negocios de altas escalas y magnitudes de capitales, amparados y sostenidos por los gobiernos de Estados Unidos y de aquellas naciones de Europa que se apoyan en estos tipos de ingresos sucios para el sostenimiento de su desorden con perversión, pravedad y malsanía de los términos, por un lado, del aniquilamiento del financiamiento a la estructura económica de producción real de bienes; y por el otro, en la interconexión ciencia económica-ciencia social pervierten la nomicidad y judicatariedad de las ciencias humanas y de la vida; y que van contra la humanidad toda, en su integridad ética y moral sobre el planeta. Los hechos de la vida común en estos particulares los asientan y registran contablemente indubitables, que ustedes no pueden desmentir.
Desorden de contexto delincuencial en el que, -a nivel de las relaciones internacionales desvirtuadas, pervertidas, y destruidas en significación sensible de humanidad-, las asociaciones entre unos gobiernos de naciones fuertemente armadas invaden a otras naciones más débiles y desarmadas, se hacen y se dan con intenciones de agavillamiento y asociación para delinquir con saqueos y pillajes de sus bienes y territorios, como es la asociación que en estos momentos se ha estado dando entre los gobiernos de los Estados Unidos, Francia e Inglaterra contra el gobierno y pueblo de la República de Libia; y a los que se han asociado con intención rapaz -de apropiarse expresa y directamente de sus grandes propiedades petroleras y territorio como así, en lo inmediato, de sus cuantiosas Reservas Internacionales- los gobiernos de Canadá, -este gobierno ha comprado aviones con ultra tecnología de guerra y compró unas mil trescientas (1300) bombas del tipo Pavewy guiadas por laser según noticias, para ser usadas contra el pueblo libio-, y así Bélgica, Italia, España, Dinamarca, Noruega, Suecia y Qatar, como aves de rapiña se están lanzando hambrientas en la “caza del botín”, como animales de presa contra carroñas de otros animales muertos. A estas alturas de las acciones bélicas que esa Organización de las Naciones Unidas realiza a partir del 31/03/2011, que ustedes, impía y criminalmente hacen contra la población indefensa de la República de Libia ya llevan cometido cerca de unas veinte mil operaciones aéreas, en las que han bombardeado escuelas, hospitales y universidades a más de casas de modestas familias. En nombre de “proteger a la población civil de la represión y matanzas del gobierno del coronel Muammar Al Gaddafi” ustedes, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Señor Ban Ki-Moon y demás miembros directivos de ese Organismo multilateral, ya han asesinado más de mil doscientas personas. Y en ese mismo orden de estrategia malsana están cercando amenazadoramente a Siria y a otras naciones más allá de África como así atacar a Irán. ¿Creen acaso que, con la impunidad que les ha dado el poder del imperialismo norteamericano-europeo, no van a pagar alguna vez estos asesinatos cometidos por vosotros contra esa noble e inocente población libia?
Claro, ustedes se sienten omnipotentemente seguros en este su estado de deshumanización sistemática estructurada histórica. La deshumanización sistemática como política y modo de vida, es la reproducción misma de la cultura de la dominación colonial y neocolonial impuesta por la invasión europea en el mundo a partir del siglo XVI, e impuesta como relación sinalagmática entre las naciones y los pueblos desde entonces ahonda mucho más sus efectos terribles en el alma de las poblaciones quienes desconocen este entramado endemoniado y están totalmente desprevenidas. Por ello la delincuencia es, en todos sus tipos de ser y formas de manifestarse, el fenómeno estructural histórico más consubstancial de la reproducción de la vida del sistema capitalista. Y por eso, también y con toda razón de su parte, las estructuras de poderes de dominación en esta fase crítica terminal de la vida del sistema capitalista, del imperialismo norteamericano-europeo juega, tiene que jugar duro, durísimo, con todas las formas de la delincuencia y los asesinatos en masa como su mecanismo más efectivo de reproducción de la vida de este sistema en plan de dominación por la fuerza de la violencia, la agresión y la guerra. Así su hamponato contra Libia.
Desde luego, el hecho fundamental en este estado y condición de rubicunda exacerbación rapaz y de pillaje inmoral de ese núcleo de países europeos con sus deleznables y deshumanizados comportamientos –el que ya iniciaron con la estrategia de “la Unión para el Mediterráneo (UPM)” de invasión soterrada del Magreb mediante unos cuarenta grandes proyectos mil millonarios, por parte de la Unión Europea propuesto por Sarkozy- con los Estados Unidos, Canadá e Israel, es que entre todos ellos cuentan con el más gigantesco y poderoso arsenal de armas de destrucción masiva y a largas distancias. Solamente los Estados Unidos cuentan con más de dos mil quinientos millones de bombas que son bombas con bombas que todo lo destruyen en zonas de objetivos impactados. Con el poderío de armas nucleares con capacidad mil megatónica (un megatón es un millón de toneladas de TNT) de liberación de energías destructivas, -y que con bombardeos simultáneos en distintos puntos sobre la tierra fatalmente pueden realizar su “Destrucción Mutua Asegurada (MAD)”- es espantosamente monstruoso semejante poder de destrucción y muerte masiva que ciernen y propician los Estados Unidos y sus socios contra todos los pueblos de la tierra y contra la vida sobre el planeta, a través de la Organización de las Naciones Unidas con su brazo armado la OTAN. Efectivamente, en contra de los términos del Tratado Adaptado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (ACAF) y el Tratado Sobre la Limitación de los Proyectiles Anti balísticos (ABM), con la justificación del plan de instalar el sistema de defensa contra misiles en Europa, los gobiernos de estos países imperiales conjuntamente con el de los Estados Unidos están en un proceso de ultra modernización en sus rearmamentos más expansivos y el establecimientos de nuevas bases militares alrededor del mundo, incluyendo despliegues de armas nucleares en el espacio circunterrestre. Lo que aumenta expansivamente la capacidad de ataque nuclear del gobierno de los Estados Unidos por todo el planeta.
Pero así, conjuntamente con el proceso acelerado de destrucción de las condiciones climáticas de la capa biótica terrestre con su desarrollo industrial deshumanizado, el aniquilamiento sistemático de grandes extensiones de tierras milenariamente cultivables por los campesinos de América, Asia y África con sus productos transgénicos, incluso, a más de la utilización de productos agrícolas fuera de medios alimenticios para objetos de guerra, en el que se incluye el despojo de sus tierras de cerca de cien millones de campesinos por esas sus grandes compañías multinacionales como la Dow, la Dupont, la Bayer, la Monsanto entre otras, ¿Qué es lo que nos depara este gigantesco cerco de armamentos con el que nos amenazan ustedes impía y brutalmente con destrucción y muertes masivas a todos los pueblos pobres y débiles de la tierra? Respóndanlo ustedes ante esos mismos pueblos, tanto así con más de seis mil millones de habitantes.
III.- El Mundo Clama por una Poderosa Revolución de los Conocimientos Científicos y de la Cultura Humana: Nuevo Orden Jurídico Internacional, Una Nueva Comunidad de Naciones de la Tierra y un Nuevo Estadio Histórico de la Humanidad
1.- Por consecuencias de todo lo antes expuesto en los dos puntos anteriores, nosotros, abajo firmantes, -quienes, de ninguna manera, intentamos introducir ningún elemento de contradicción ente los hechos producidos por ustedes, como ese del “choque de civilizaciones” propuesto por Samuel Huntington que ustedes desarrollan con el del “terrorismo internacional”-, ante tan terrible cuadro infernal que nos muestra a la humanidad en marcha hacia un futuro espantoso regido por la Organización de las Naciones Unidas, recogiendo las angustias, sintiendo los dolores, los sufrimientos y las transfixiones de los hermanos del pueblo de Libia como propias, como así de los hermanos de los pueblos de Irak y de Afganistán que están siendo agredidos con violencia destructiva y de muerte por aviones bombarderos, cañones y fusiles de la OTAN, y conjuntamente con esas poblaciones y las gentes hermanas de los demás países del mundo que se oponen a estas sus guerras, incluidas las gentes del pueblo norteamericano y las de Europa,
Primero, señalamos al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon y Anders Fogh Rasmussen jefe de la OTAN, y demás miembros que dirigen esa Organización multilateral, como criminales y asesinos de lesa humanidad.
Segundo, de la misma manera, señalamos y establecemos responsabilidades de cometer crímenes, asesinatos masivos y robo por asalto y pillaje contra las naciones y pueblos antes señalados a los presidentes de los Estados Unidos Barak Obama; de Francia Nicolás Sarkozy; de Inglaterra David Cameron; de Italia, Silvio Berlusconi; de España, José Luís Rodríguez Zapatero; de Canadá, Gobernador General David Lloyd Johnston; de Suecia, Primer Ministro, Fredrik Reinfeldt; de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen; de Bélgica, Yves Leterme; Jens Stontelberg de Noruega; y de Qatar, Hamad Bin Jalifa Al Tani; y a los miembros de sus equipos de gobiernos. En esto quedan incluidos los miembros de los Congresos y sistema judicial.
Tercero, hacemos un llamado al Movimiento Internacional de las Democracias Nuevas que se han agrupado en el seno de la Organización de las Naciones Unidas; y de la misma manera, exhortamos al Movimiento de Países No Alineados y al Foro Social Mundial, como así a todas las poblaciones del mundo a que:
a) Se solidaricen activamente con la nación y pueblo de Libia antes sus dolores y sufrimientos, manifiesten su repudio total contra los ataques criminales de la OTAN; como así también con los pueblos de Irak y Afganistán, y realicen acciones pertinentes al cese total de los bombardeos y demás agresiones contra la población de la República de Libia, de Irak y de Afganistán.
b) Establezcan señalamientos de responsabilidades concretas en cuerpos de libelos acusatorios, para la concreción de acciones contra de esos jefes de gobiernos infrahumanos, dadas en los apartes Primero y Segundo anteriores.
Cuarto, El mundo en su cuerpo de humanidad y de vida total, en el gran género de lo vivo, –vegetal, animal y de sociedades humanas, y en todas sus formas de existencias de materia orgánica e inorgánica-, necesita bondad, generosidad, solidaridad: NECESITA AMOR, TERNURA, para reivindicarse, para regenerarse en su determinación dadora de seres y de cosas. Necesita amor humano del conocimiento, y donde hay tanto, tantísimo donde prodigarse, donde prodigarlo. Por consecuencias, todos los seres humanos, que en estos momentos gozamos del don de esta vida en carne mortal, en su determinación de conciencia y potencia espiritual de humanidad, ante la monstruosidad que practican quienes dirigen la Organización de las Naciones Unidas, tenemos la grandísima responsabilidad de oponernos contra esa su política criminal e infrahumana y, a su vez, velar para garantizar el respeto y el cuido con delicadeza, amoroso, de la vida humana toda sobre la tierra, y con ella toda vida, para que florezca con todo su esplendor, garbo y determinación dadora de facultades y de dones de conocimientos e inteligencias.
2.- Este respeto a la vida humana como derecho fundamental imprescriptible e impostergable en su cuido para todo y cada individuo de las comunidades nacionales de la tierra, -por imperativo de bondad, de generosidad y de solidaridad de nuestra especie como familia única sobre el planeta y el sistema solar-, reclama con angustias grandes y profundos cambios en la conducción epistemológica general y filosófica-ontológica del gran sistema de conocimientos contemporáneo que mueve y rige la vida de los pueblos que plenan nuestro mundo de hoy. En sus relaciones entre si y con el cosmos en su prodigio de laboratorio natural transhumano, la humanidad y la vida de vegetales, animales y minerales reclaman con angustias una grande y portentosa revolución de todos los conocimientos científicos y de la cultura humana en general, para la reconstrucción de la vida política y jurídica social, económica, comercial y financiera, etc., en todas las dimensiones de la vida de lo que ella es. Y en esa nueva dimensión del grande y portentoso sistema de conocimientos de humanidad que encarnan todos los pueblos con toda su belleza de frescura espiritual en lo universal del orbe terrestre, tiene que esplender su potencia y cualidad divina ofrendada de la vida de la arquitectura del mundo, del Universo con su prodigiosa carga de moral cósmica e inconmensurable extensión como fundamento de la moral humana. Y con ella, a su vez, poder sostener las nuevas relaciones internacionales entre las distintas naciones y distintos pueblos, sobre la base del establecimiento de un nuevo estadio histórico que deje atrás, envuelto en el oscuro pasado de la brutalidad e impiedad, el régimen de organización capitalista infrahumano.
La determinación de la nueva condicionalidad histórica tiene que ser improntada por esa grandiosa sabiduría emanada de las grandes multitudes poblacionales del planeta, y que han venido buscando siempre la verdad verdad del ser de los seres, las cosas y los hechos. Y quienes a través de siglos y milenios han venido construyendo sobre lo construido con sus transubstanciaciones de cognoscitidades de humanidad, logradas a través del tramontar de los tiempos humanos en el tiempo universal, para construir las verdaderas sociedades del conocimiento, la del Socialismo Científico, en contra posición a los objetivos y metas de la estructura de poderes de dominación mundial del sistema capitalista, de esos gobiernos conformados por monstruos con apariencia humana, que pretenden destruirnos junto con las demás especies vivas y con el planeta tierra.
Este gran cambio urgente en la conducción epistemológica general y filosófica-ontológica del gran sistema de conocimientos contemporáneo, es un imperativo histórico que se asienta en la realidad del gran crecimiento poblacional, conjuntamente con la grande y creciente necesidad de producción de alimentos y demás bienes necesarios para el mantenimiento de la vida de las vastas y dilatantes familias sobre la tierra, cuyas complejidades de necesidades materiales, espirituales, recreacionales y deportivas aumentan con las expansividades de la producción científica y tecnológicas logradas por el trabajo humano total. Y todo ello, en plan áureo de reordenaciones de cualidades de nuevos paradigmas científicos necesarios y suficientes que permitan poner en práctica las nuevas experimentaciones en los campos sociales humanos en pro de los bienestares masivos de los pueblos, son frenados, aniquilados, por la conversión infrahumana de los poderes de capitalismo que las metamorfosean en armas de destrucción y muerte.
Y por tales razones, repetimos pues, ese grandioso clamor de solicitud de la conformación de un NUEVO ORDEN JURÍDICO INTERNACIONAL, orden en el que se respete y ame la vida del otro como la de sí mismo, con amor y el perdón compartido, nuevo orden el que han venido solicitando, clamando, muchas generaciones nuestras en el pasado lejano, como así las que hicieron las recientes en el siglo XX próximo pasado y las que se han hecho en este presente siglo XXI, también pues, reclamamos urgentemente la conformación de una nueva Comunidad de Naciones de la Tierra, con un nuevo orden científico, de amor de humanidad de los pueblos.
Empero, sin embargo, hoy no se trata de “solicitar” con declaratoria de discurso en el que no se contenga ni comprenda obligatoriedad de hacerlo con manos y actos propios. Hoy se trata sí de emprender esta extraordinaria y portentosa tarea ya, en lo inmediato de hoy con nuestras propias manos y trabajo esforzado (Ciencia Humana y de la Vida), porque la vida humana y de todas las especies vivas, como así la del planeta, bajo la regencia de deshumanización sistemática de las estructuras de poderes de dominación del capitalismo, no tiene mañana si esperamos que sean otros los que emprendan el portento de construir ese NUEVO ORDEN INTERNACIONAL ANHELADO, ESPERADO CON ANGUSTIOSO CLAMOR, POR LA HUMANIDAD TOTAL.
Con amor de conocimiento humano, quedamos de Uds.,
Atte.,
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Jesús Orlando Yánez C. I. 2.977.845
Víctor Bautista C. I. 2.629.192
Antonio Clemente C. I. 6.141.199
Wolfang Medina C. I. 8.885.502, Estudiante UBV
Siguen más firmas….
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