El Gobierno ratificó este sábado su disposición
a no permitir bajo ninguna circunstancia el
ejercicio de la minería ilegal en cuencas del
estado Bolívar.
El vicepresidente de la República, Elías Jaua, dijo que el Estado trabaja para que la extracción de recursos naturales se haga bajo el cumplimiento del ordenamiento jurídico nacional. La operación militar "de envergadura" comenzó este viernes para preservar la cuenca del río que se ubica entre los municipios Cedeño y Sucre del estado Bolívar
"La minería es una actividad económica que no se puede ocultar; no se puede erradicar, pero no puede ser una actividad económica irracional y debe estar dentro de los parámetros legales y controlada estrictamente por el Estado venezolano", señaló el vicepresidente, Elías Jaua, este sábado, en rueda de prensa.
Jaua se encuentra en Bolívar acompañado de los ministros de Ambiente, Alejandro Hitcher; de Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami; para la Defensa, general en Jefe Carlos Mata Figueroa, y el gobernador del estado, Francisco Rangel Gómez.
Informó que este viernes comenzó una operación militar de envergadura para preservar la cuenca del río Caura, como una cuenca virgen de explotación minera ilegal.
El río Caura se ubica entre los municipios Cedeño y Sucre de Bolívar, al sureste de Venezuela.
"En atribución de su competencia constitucional y legal, el Gobierno del presidente, Hugo Chávez Frías, por medio de diversas instituciones del Estado, incluida la Fiscalía General de la República, inicia esta operación de carácter institucional para desplazar cualquier ejercicio ilegal en la cuenca del río Caura y comenzar el relanzamiento de un plan de control de la minería en los ríos Caroní, Cuyuní, entre otras cuencas del estado Bolívar", explicó Jaua.
El Caroní, uno de los principales afluentes del embalse hidroeléctrico del Guri, se encuentra localizado al sur de Venezuela y es el principal afluente del río Orinoco, en cuanto a caudal se refiere. Es el segundo más importante de los ríos de Venezuela.
El río Cuyuní se encuentra entre Guyana y la parte oriental de Bolívar, en el Este de Venezuela y en algunos tramos sirve como frontera entre los dos países.
Elías Jaua señaló que la idea es desplazar la acción de la minería ilegal con el relanzamiento de un conjunto de planes que ha venido desarrollando el Gobierno Bolivariano en 10 años, para preservar las cuencas de Bolívar.
Afirmó que el Estado venezolano iniciará un proceso de rearticulación del conjunto de esfuerzos y de políticas que ha venido ejecutando el Gobierno Bolivariano para ir encauzando la actividad de la minería dentro de lo que establece la Constitución y las leyes de la República.
"Cobra vital importancia el ejercicio pleno del control de esta actividad, por parte del Estado venezolano, en momentos en que el país se ha visto severamente afectado por el fenómeno climátológico de El Niño, escenario en el que el mundo discute hoy sobre los efectos del cambio climático. Por lo tanto, la minería desarrollada de manera irracional contribuye decididamente al deterioro ambiental y a la disminución de la producción de agua de las cuencas que nutren al embalse hidroeléctrico del Guri", refirió.
En el caso del control de la actividad en la cuenca del Caroní, el Estado venezolano inicia el proceso de relanzamiento de las metas y los objetivos propuestos con planes de corto, mediano y largo plazo.
Jaua reconoció que el control de la minería ilegal no es tarea fácil, ya que se trata de un problema estructural que tiene que ser abordado con metas de corto, mediano y largo alcance.
"Hay instrucciones precisas de Chávez Frías en cuanto a que ante los planes que hayan sido diseñados en esta materia, muchos de los cuales están en marcha, unos exitosos, otros con errores o que no se cumplieron, recuperar lo bueno de la experiencia que hemos tenido y los errores, para comenzar a darle un tratamiento integral al problema de la minería ilegal en el estado Bolívar, así como en el estado Amazonas", recalcó.
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