miércoles, 5 de mayo de 2010

Un estallido comunicacional en Revolución dibuja un nuevo escenario



La comunicación popular reivindica
 el derecho a la información




A pesar de las estrategias de manipulación y mentira del sistema mediático privado, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, venezolanos y venezolanas pueden celebrar mayor acceso al proceso informativo
Caricatura de Manuel Loayza El derecho a saber, a recibir información, no puede circunscribirse a las empresas de comunicación, en un escenario comunicacional donde las nuevas tecnologías y los medios alternativos han propiciado la participación del ciudadano reportero. En Venezuela, debido a la confrontación abierta de los medios privados de comunicación a la Revolución Bolivariana, las y los ciudadanos con su cámara o celular, han salido a reportear para llevar información, colocarla en la red y compartirla. Un ejemplo de este actuar espontáneo se dio en el golpe mediático de abril de 2002, cuando los medios intentaron silenciar al pueblo que exigía el regreso del Presidente Chávez.La inmediatez de la información que se suma a la accesibilidad de la tecnología, hace difícil que sea efectiva la censura o el hermetismo informativo, a cambio los nuevos mecanismos para impedir el derecho a la información es la manipulación, la mentira o incluso el bombardeo informativo que impide que el receptor puede discernir el valor, la pertinenca y la veracidad de las informaciones, y en el mejor de los casos provoca la paralización del actor social.El filósofo e historiador Vladimir Acosta explica en La SIP y la dominación imperial que en “este mundo de información en que vivimos, el sistema de esa prensa dominante, de esos medios dominantes, no puede impedir que la información circule, que la información se difunda”.
Luego agrega: “La idea es construir justamente un sistema de manipulación, pasar por completo la frontera entre información y opinión, y convertir su interés en opinión que pasa a ser publicada en la prensa como si fuera información”.El estudioso español del accionar de los medios de comunicación, Pascual Serrano, hila más fino sobre los mecanismos a mano para impedir el acceso a la información, en Democratizar los medios, ese gran reto señala la sobresaturación informativa – Ignacio Ramonet llama “ruido”- “que impide al ciudadano delimitar la información valiosa de la que no es”.
Agrega Serrano que es la “impotencia (de las personas) para diferenciar la verdad de la mentira”. Y reflexiona que “si la censura era prohibir la verdad, enterrarla bajo otras informaciones falsas es otra forma de censurar”. Incluso, la práctica de mostrar “los dos lados de una moneda” caería en estos mecanismos de sepultar la verdad, por ejemplo en el debate político en que “los medios optan por recoger dos o más versiones como modo de aparentar pluralidad y neutralidad, con lo cual mezclan la mentira y la verdad y nos quedamos sin diferenciarla”, señala Serrano.
MEDIOS COARTAN EL DERECHO A CONOCERLA profesora jubilada de la escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, Olga Dragnic, en su ponencia durante el Encuentro Latinoamericano Vs. Terrorismo Mediático realizada en 2008, dijo que en las distintas reuniones de las Cumbres de las Américas, se “han firmado varios acuerdos que comprometen a los gobiernos miembros a proporcionar las informaciones requeridas por los periodistas. Sin embargo, en esos acuerdos se comente el grave error de suponer que, al garantizarse esas dos premisas -la de la libertad de expresión y la de acceso a la información del Estado-, el ciclo informativo se cumplirá automáticamente”.
La Organización de Estados Americanos (OEA), apoyada en Organizaciones no gubernamentales, nacionales e internacionales, realiza evaluaciones anualmente para verificar que los Estados cumplan la normativa, pero la vigilancia sobre las leyes no ha implicado una garantía para los derechos de las y los ciudadanos.En la mediación que hacen las empresas de la información, se extravía el derecho a saber. Maryclen Stelling, socióloga y coordinadora del Observatorio Global de Medios, capítulo Venezuela, explica cómo los medios coartan la libertad de información de las personas, víctimas “de la confrontación política ideológica, en y a través, de los medios de comunicación social. Mientras esa sea la realidad venezolana la información estará a merced de la batalla política”.
“La información que recibimos está parcializada desde una sola perspectiva política con la intención de confrontar, deslegitimar y derrotar a un contrario. Esto obliga a los ciudadanos y ciudadanas a conocer desde diversos medios de comunicación, las distintas perspectivas de la realidad venezolana”, enfatizó Stelling.
La analista de medios, considera que el derecho a la libertad de información se presenta en el país de forma paradójica. Asegura que no hay persecución a medios y periodistas que afecte el ejercicio. En consecuencia los medios, tanto públicos como privados, informan con plena libertad. Pero este contenido informativo se corresponde con “su versión” de la realidad, así los medios restringen el derecho a conocer de las personas.

Para la socióloga, los medios alternativos y comunitarios estarían dando la batalla desde otra perspectiva, volcada hacia a la gente y la comunidad a la cual se deben. También menciona las redes sociales en internet, como Twitter, que han abierto espacios donde las personas tienen acceso a lo que pasa.
“Ahora se está defendiendo la libertad de conocer, la libertad de información, de tener acceso a la ‘verdad’. Estos (los medios alternativos y comunitarios), son los que prestigian porque están cumpliendo una función positiva para la ciudadanía”, aseveró la también profesora de la UCAB, Maryclen Stelling.

En la coyuntura política de Venezuela la obligación de buscar información en instituciones públicas o privadas debería ser la obligación de los ciudadanos y ciudadanas, no sólo de periodistas, comunicadores e investigadores, destacó la docente universitaria.

Isbemar Jiménez, ganadora del Premio Nacional de Periodismo 2009, señala que “en torno al hecho comunicacional hay desconfianza en cuanto al manejo de la información”. Por un lado, se percibe “esa arremetida bestial por parte de los medios privados”, y por otro, una “actitud reactiva y no proactiva de las instituciones del Estado para vencer las matrices de opinión”.

Señala que “como ciudadanos debemos exigir un ejercicio del periodismo ético, que nos permita conocer la verdad o acercarse a ella ya que no hay una verdad absoluta pero también hay que ser críticos en cuanto a la información en el Estado”.

Con los Infocentros en todo el territorios

nacional se democratiza el Acceso a la información.

ESTALLIDO DEL CIUDADANO COMUNICADOR  El escritor José Roberto Duque habla de un estallido masivo del ciudadano reportero que sale a registrar cosas, desde hace 8 o 10 años en Venezuela, cuya acción nace para “contrarrestar las informaciones falsas, las tergiversaciones de las corporaciones de la información”. Destaca Duque, que el “comunicador espontáneo sale a comunicar sin que le ofrezcan un sueldo, cargo o confort; se mueve nada más por la intuición histórica”. “Hay gente que sale a la calle a reseñar noticias a las cuales las corporaciones de la información y el Estado no van a tener acceso nunca”. Señala como “productos más notables” de este fenómeno los documentales que registran el golpe de abril de 2002, como el de Angel Palacios y las tres entregas de Crónicas de un golpe de Estado que se nutren de lo que la “gente hizo en la calle con sus camaritas, con su celular”.

Concluye también el bloggero que “la información ya no es patrimonio de profesionales sino de ciudadanos en su derecho a comunicar”. Recuerda Duque que en Venezuela “había severas restricciones, el hecho de ejercer ilegalmente era criminalizado o por lo menos perseguido”, comenta quien también ha iniciado experiencias de comunicación alternativa. “El acto de comunicar va mucho más allá de una empresa de comunicación. La información está en vías de dejar de ser una mercancía, todavía se mantienen las perversiones del capitalismo”, dice.

LA CUARTA REPÚBLICA ES LA HISTORIA DE LA CENSURAE  Arle Herrera, periodista, diputado y profesor jubilado de la UCV, dice que la cuarta República es la “historia de la censura, periódicos confiscados, persecución de medios, cierre de periódicos, periodistas presos, prohibición de películas, columnistas y articulistas apaleados en las calles. Esa historia es la que hay desde 1958”. Concluye que ninguno de esos escenarios se ha dado en la quinta República, y deja que la historia haga el balance de la libertad de expresión del antes y del ahora.

Herrera enumera las acciones que realizado el Estado para garantizar el derecho a la información. “Primero permite que los medios privados ejerzan su derecho donde y como les dé la gana”, dice. “Ha democratizado la información y ya realmente ellos no tienen el monopolio de los medios”. Agrega que se han extendido los medios alternativos, independientes y comunitarios, y se ha democratizado el acceso a las nuevas tecnologías, con la red de infocentros a lo largo y ancho del país. Afirma “que ahora las posibilidades de ejercer el derecho a la información y de recibir información veraz y oportuna goza de total plenitud en nuestro país”.

TODAS Y TODOS SOMOS COMUNICADORES Isbemar Jiménez, quien también conduce el programa Rompiendo el Hielo que se transmite por Radio Nacional de Venezuela, dice que en la construcción de un nuevo modelo de país, está inmersa la construcción de un nuevo modelo de comunicación.

Considera Jiménez, que en ese nuevo modelo “lo más importante es darle soberanía al pueblo en el hecho comunicacional, que antes era de dominio exclusivo de empresas privadas y transnacionales mediáticas. Ahora la comunicación está en la calle porque cada uno de nosotros y nosotras nos sabemos comunicadores. Entendemos que debemos participar a través de los medios alternativos, comunitarios, como se demostró perfectamente durante el golpe de estado en abril de 2002 y que ahora lo hemos venido sistematizando”.

Pero aún queda trabajo por hacer. “No estamos preparados para la presión popular que demanda información, porque no nos hemos organizado bien y somos reactivos en el ataque de los medios de comunicación privados”.

T/Várvara Rangel


Florángel Gómez


F/Archivo CO


I/Manuel Loayza

UNESCO AVALA ANÁLISIS CRÍTICO DE LOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓNA propósito de celebrarse el Día Mundial de la Libertad de Prensa, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura recomendó a los países del mundo –entre ellos, Venezuela- algunos ejercicios para que en los colegios se realice análisis crítico de los medios de comunicación.

“Recibí una correspondencia de la Unesco, en la que se plantean actividades en los planteles educativos. Son actividades para hacer lo que nosotros incluimos en la Ley Orgánica de Educación, y que ya estamos haciendo: actividades dirigidas a preparar a niñas y niños para la interpretación del mensaje”, detalló el ministro del Poder Popular para la Educación, Héctor Navarro, quien asistió a la última reunión del Comité Ejecutivo del organismo de la ONU, celebrada esta semana en París.

Una de las actividades sugeridas por la Unesco es “el detective mediático”, destinada a investigar factores como quiénes son las propietarias y propietarios de los medios de comunicación. Otra, es la interpretación de una imagen; otra, la lectura de la prensa. “Eso lo propone la Unesco, para que niñas y niños lo hagan en la escuela. Si fuese Hugo Chávez o el Ministro de Educación quienes lo proponen, la oposición armaría un escándalo”, aseveró Navarro.

Los medios de comunicación, añadió, “deben estar al servicio de la educación, de la cultura, de la formación de valores, del respeto, del desarrollo democrático”.

El Ministro recordó que Venezuela forma parte del Comité Ejecutivo de la Unesco. “Eso es muy importante”, insistió. “La oposición dice que Venezuela está aislada, y resulta que Venezuela cada vez tiene más presencia en todas partes”.

¿Por qué la Unesco aborda de frente el tema mediático, que otras instancias esquivan? A juicio de Navarro, porque “es uno de los organismos internacionales menos contaminados, menos penetrado por los factores transnacionales y menos afectado por mecanismos de presión. Es el espacio multilateral, por excelencia, de la educación, la ciencia y la cultura”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario