sábado, 2 de junio de 2012



La gran sublevación revolucionaria cívico-militar de Puerto Cabello

50 AÑOS DE “EL PORTEÑAZO”

Especial para Tribuna Popular - Por: Wladimir Abreu*..- La traición del gobierno de Betancourt, al esfuerzo popular del 23 de enero de 1958, fue combatida por el Partido Comunista junto a los trabajadores y a militares patriotas, que no vacilaron en enfrentar por todos los medios al Puntofijismo.
Junio anunciaba una de las más grandes acciones revolucionarias de la historia venezolana, donde la sangre de valientes se regaría por la tierra venezolana.
Era el sábado 2 de junio de 1962, a las 5:00 a.m. comienza la acción, los oficiales rebeldes sublevan al Batallón de infantería de marina “Rafael Urdaneta” Nro. 2, detienen a aquellos oficiales afectos al gobierno asesino de Rómulo Betancourt. A las 7:00 toman el aeropuerto y gran parte de la ciudad, liberan a 50 guerrilleros detenidos en el Castillo Libertador incorporándose estos a la rebelión.
Esta acción desde su inicio cuenta con el respaldo de la población de Puerto Cabello. Es de destacar que jóvenes y estudiantes se suman valientemente a la acción revolucionaria.
A última hora el Destacamento 55 de la Guardia Nacional que estaba comprometido con la rebelión se “arrepiente”, perdiendo así las fuerzas revolucionarias una importante posición estratégica en la defensa de la ciudad.
Ya las 11 de la mañana las fuerzas betancouristas comienzan la ofensiva contra el Puerto Cabello revolucionario, los Batallones Carabobo Nro. 41, Piar, Simón Bolívar, una Compañía de tanques del Bravos de Apure con 16 carros AMX-13 y el grupo de artillería Salón son enviados a cercar y reducir la rebelión. La patrullera leal al gobierno ARV Mejillón ataca a los revolucionarios hasta que alcanzada por la artillería rebelde es obligada a rendirse; en esos mismos instantes las fuerzas betancouristas intentan asaltar por tierra la ciudad siendo rechazados por las fuerzas revolucionarias; a su vez los buques leales al gobierno machacan las posiciones rebeldes con sus cañones.
Desde radio Puerto Cabello los revolucionarios lanzan sus proclamas llamando a las masas populares al combate; horas después la aviación destruiría las antenas de la radio silenciando la voz de la rebelión. Es de resaltar que al instaurar la censura muchas radios del país ponen repetidamente la canción “Puerto Cabello”, burlando la censura adeca, en solidaridad con los  revolucionarios.
Apenas comenzada la sublevación las fuerzas betancouristas envían bombarderos Camberra (los mismos usados en Cantaura), B-25, aviones Sabre F-86 y los DH Vampiros con los cuales atacan indiscriminadamente la ciudad y las posiciones de las fuerzas revolucionarias.
Ya en horas de la tarde, el Batallón Carabobo penetra en Puerto Cabello hasta la estación de bomberos; en el barrio de San Millán se combate hasta la noche; en el Liceo Miguel Peña los muchachos de la Juventud Comunista junto a los infantes de marina se atrincheran en la institución y rechazan los asaltos de los blindados de las fuerzas del gobierno; en el Fortín Solano, los paracaidistas del gobierno se estrellan ante la fiera defensa de las fuerzas revolucionarias.

3 DE JUNIO
El domingo 3 de junio el destructor Zulia se suma al movimiento revolucionario, siendo el primer barco de la breve marina revolucionara venezolana, esta embarcación con sus cañones obliga a los buques leales al gobierno a suspender momentáneamente el bombardeo a las posiciones rebeldes.
Ya con las primeras luces del día la fuerza aérea ataca las posiciones de los sublevados, mientras los tanques gubernamentales del Batallón blindado Bravos de Apure atacan por el este y el oeste la ciudad, en esta acción es cuando las fuerzas revolucionarias le propinan el mayor golpe a las fuerzas betancouristas, pues los tanques que avanzan por la ciudad son emboscados por los revolucionaros, en la célebre esquina de La Alcantarilla, aniquilando a la infantería que los acompaña.
Las fuerzas del gobierno aumentan la ofensiva y con sus tanques toman, a sangre y fuego, el Liceo Miguel Peña que era valientemente defendido por la Juventud Comunista, los muchachos del MIR  junto a los Infantes de Marina.
Poco a poco se estrecha el cerco, se bombardea y destruye el Hospital de Puerto Cabello por expresa orden del Ministro del Interior, Carlos Andrés Pérez, asesinando e hiriendo a civiles inocentes.
Ya en los momentos finales del domingo 3 de junio son detenidos el Capitán de Fragata Pedro Medina Silva, el Capitán de Navío Manuel Ponte Rodríguez (quien fuera vilmente dejado morir en prisión) y el Capitán de Corbeta Víctor Hugo Morales, quienes dirigían la rebelión.

4 DE JUNIO
Ya el lunes 4 de junio los últimos disparos del Puerto Cabello revolucionario retumban para la historia.
Puerto Cabello jamás se rindió, en tres días de fiero combate, aislados y sin posibilidad de recibir refuerzos y sin que ninguna otra guarnición se sumase a la rebelión, los defensores fueron quedándose sin armas ni municiones con que repeler a la fuerza que multiplicaba por seis a los defensores.
Como relata el capitán Pedro Medina Silva: “Recuerdo que en 1966, cuando fui invitado a La Habana, Cuba, a dar una charla, el público me preguntó por qué se había rendido Puerto Cabello. Dije: ‘Puerto Cabello no se rindió, Puerto Cabello agotó el armamento’. El aplauso fue apoteósico. Esa era, es y será la verdad. No teníamos armamento para seguir combatiendo”.

EJEMPLO Y ESTÍMULO
Se estiman entre 300 a 700 aproximadamente los caídos en esta gesta revolucionaria, convirtiéndose en una de las batallas más sangrientas de la historia venezolana.
Es una deuda a la memoria histórica rescatar a centenares de venezolanos que fueron enterrados en fosas comunes sin ningún tipo de identificación, aclarando la magnitud de las tropelías del gobierno de Betancourt al sofocar la rebelión. Esta investigación debe aclarar definitivamente el número de víctimas de El Porteñazo y las circunstancias de sus muertes, resaltando que muchos sobrevivientes relatan los fusilamientos masivos realizados por las fuerzas gubernamentales.
La actitud valiente de esos militares revolucionarios que se opusieron desde el principio a los crímenes de la falsa democracia del pacto de Punto Fijo es un hecho que la historia debe reivindicar, el respaldo del pueblo de Puerto Cabello a la rebelión, el sacrificio de los comunistas jóvenes y mayores que con armas en manos combatieron codo a codo con los militares revolucionarios en Puerto Cabello es parte de nuestro glorioso pasado, así como ejemplo y estímulo para redoblar el trabajo por la Revolución Socialista en Venezuela.
¡Gloria eterna a los combatientes y mártires de Puerto Cabello a 50 años de su gesta!


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