sábado, 4 de febrero de 2012



03/02/2012

9:42 PM



(María José Aguilar) A tres meses de la partida de Adelis Soto Valera, considerado como el “poeta de mi pueblo”, los piriteños volvieron a enfrentar una triste noticia, el fallecimiento de Sobeyda Jiménez “La Muñequera”, quien dejó este mundo el mismo día de su cumpleaños, el pasado jueves 2.



Entre llantos, cantos, poesías y hasta con el “feliz cumpleaños”, los cultores, artistas, cronistas, amigos, familiares y conocidos, le dieron ayer el último adiós a “La Muñequera de Píritu”, quien -de acuerdo a sus allegados- se caracterizó por ser una mujer sensible, humana, amante del arte y de la enseñanza, con espíritu de niña, fiel defensora de la naturaleza y con un notable ímpetu revolucionario.



El ministro del Poder Popular para la Cultura, Pedro Calzadilla, quien conoció en vida a Sobeyda Jiménez, se hizo presente en Píritu para despedirla y al finalizar la santa misa, que se ofició en la Iglesia San Rafael Arcángel, comentó que “en nombre de la revolución, del presidente Hugo Chávez, vine a traer la palabra de solidaridad y afecto que siempre hemos sentido y sentiremos por Sobeyda, por sus cosas, acciones, herencia y enseñanzas”.



-Ella, es una referencia de nuestro quehacer cultural, no sólo en Portuguesa sino de toda Venezuela, no por casualidad está entre las canciones de Alí Primera que quedará como un legado para la eternidad, agregó.



Para el titular de la cartera de la Cultura, el mejor tributo que le puede hacer el pueblo a “La Muñequera” es seguir su ejemplo, su manera de entender la vida, su relación con la naturaleza, con los hombres y su filosofía. “Nos toca mantener su obra viva, publicarla, darla a conocer aún más de lo que se hizo para que eso se mantenga como aliciente, como estímulo, como referencia en el corazón de todos los venezolanos”, recalcó.



Dijo, además, que espera que se pueda culminar pronto en Píritu, el museo para exhibir las obras de Sobeyda Jiménez. “Hay que preparar todo eso, y también esperamos llevar al Museo de Barquisimeto una exposición de sus obras y luego a Caracas… veremos todos esos detalles con su familia”, apuntó Calzadilla.



Una gran mujer



Es de resaltar, que durante la eucaristía celebrada por el padre Arturo Gil, éste compartió con los asistentes diversas anécdotas de Sobeyda Jiménez que, en más de una ocasión, a pesar de la tristeza que sentían por la desaparición física de la también declarada Patrimonio Cultural de Portuguesa, hicieron reír a más de uno.



“Una vez fui a casa de Sobeyda y le pregunté por qué habían tantas telarañas, ella me respondió que éstas también eran criatura de Dios; también le pregunté por unas bacinillas que tenía y dijo: padre ésas tienen historia, no tanto por lo que ha caído en ellas sino por lo que han visto. En ese momento me dije: esa mujer se las trae, salí de su casa con esa impresión, sin duda, fue una mujer enigmática y siempre tenía una respuesta para todo a flor de labios”, narró el padre.



Más temprano, el cronista oficial del municipio Esteller, Alirio Acosta, manifestó su pesar por la pérdida de “La Muñequera” y relató que “cuando le preguntamos a Sobeyda cuál era su característica para haber saltado a la fama, decía: yo no soy la famosa, las famosas son mis muñecas, porque gracias a ellas yo estoy donde estoy”.



Igualmente, María Atacho de Camacho, quien fue una de las alumnas de la cultora piriteña, comentó que “mi maestra me enseñó tantas cosas, sobre todo, que la persona tiene que ser muy humana y no perder ese niño que lleva por dentro. Sobeyda siempre manejaba sus trapos con carisma y con amor hacia el prójimo, fue una persona de pueblo, muy sensible y muy niña. Aprendí con ella arte y manualidades y siempre valoró mi trabajo, me decía: María sigue adelante sin mezquindad, lo que tú aprendas dáselo a otros para que eso se vaya multiplicando”.



-“La Muñequera” no ha muerto, ella dejó al pueblo todo su cariño, sus enseñanzas y amor, agregó Camacho al tiempo que indicó que “el trapo guiado por las manos sensibles de la muñequera, que alimentaba el pensamiento mágico de una niña, se apagó… ahora una muñeca está con Dios”.



Alejandrina Reyes, cultora popular de Caracas, también recordó a Jiménez asegurando que “ella no es sólo un ser especial de la cultura, ella es universal, una mujer que hizo poesía, música, artesanía, protectora del ambiente”.



Entre poesías



Las prosas y versos no se hicieron esperar durante el velorio; Jacinto Castillo, poeta del municipio Turén, bajo el titulo: “Sobeyda la Muñequera”, declamó para todos sus allegados, destacando las características propias de la cultora y educadora.



“Tus muñecas llorarán no que porque tú las olvidas/ tampoco por quedar solas/ sino que la bienvenida ya no vendrá con tu aurora/ para llenarlas de vida/ porque te marchas al cielo sin regreso en esa ida. Te verás con el poeta Adelis Soto Valera/ él escribiendo sus versos y tú con la muñequera/ que dejaste a tu pueblo para que jamás muriera/ tu recuerdo de mujer, amiga y muy sincera”, son parte de las estrofas del poema de Castillo.



En el cementerio municipal, los niños y niñas, cultores y demás artistas de Portuguesa y de otros estados del país, protagonizaron varios actos en homenaje a Sobeyda Jiménez, para darle así un último adiós con alegría, tal como lo reflejó el padre Gil durante la misa: “No es un Que En Paz Descanse (QEPD), sino un Quedamos Esperando Para Después”.

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