sábado, 30 de marzo de 2013


Por: Nehomar Ramírez



“Rodilla en tierra”, “Capriles somos todos”, “hijas e hijos de Bolívar”, “los que quieren tener un empleo de calidad vengan conmigo”, son las últimas expresiones lanzadas durante los discursos del candidato de la derecha, Capriles Radonski, que son tomados del “verbo chavista” y que se suman a su esfuerzo por parecerse al Líder de la Revolución Bolivariana.
Diversos portales, próximos al movimiento que desde 1999 nació en Venezuela y hoy día recorre el mundo, han denunciado la apropiación del discurso, la simbología y las estrategias electorales de Hugo Chávez por parte del Comando opositor “Simón Bolívar”. He allí, precisamente, en el nombre, la primera señal del cambio de ropaje de la causa neoliberal criolla.
Para nadie es un secreto que fue Chávez quien recuperó en Latinoamérica el ideal bolivariano e infundió en el pueblo del Libertador la necesidad de “terminar la tarea pendiente” (Hugo Chávez dixit).
Contradictoriamente, el sector político que hoy acompaña a Capriles Radonski en el “Comando Simón Bolívar” es el mismo que durante el efímero Golpe de Estado de abril de 2012 intentó borrar la imagen de El Libertador descolgando el cuadro de Miraflores y eliminando “Bolivariana” del nombre de la República.
Además del “bolivarianismo”, Capriles Radonski intenta una pose popular al recorrer a pie algunos barrios, citar en sus discursos conversaciones con gente humilde y últimamente, nombrar platos típicos y hacer referencia a localismos. Tales acciones sólo han evidenciado su profundo desconocimiento de la geografía, la comida típica y las expresiones regionales.
#CAPRILESFOUL
Los usuarios de las redes sociales, este novel teatro de operaciones mediático, han hecho fiesta con los deslices del gobernador de Miranda. Durante su mitin en Ciudad Bolívar, en la campaña de 2012, lo primero que hizo fue leer un mensaje invitando a comer sapoara para quedarse en la entidad y le erró: dijo suapara. Fue trending topic en Venezuela y dio para la joda varios días.
Luego durante un mitin, al describir una parada que realizó en El Palito, estado Carabobo, Capriles Radonski anunció que se comió una empanada “con carne adentro”. Las burlas y chistes gráficos no se hicieron esperar.
Además, ha pifiado con nombres de lugares (Coquivacoa por Chivacoa) y expresiones regionales (mollejero por mollejúo). Humoristas inclinados a la propuesta revolucionaria aseguran que el asesor del actual candidato de la burguesía es Manuel Rosales; recordado por sus múltiples incoherencias discursivas.
Incoherencia y contradicción como política
Pero este copycat criollo y sus secuaces van mucho más allá. Su “visión de país” ahora impulsa las misiones y refuerza la inversión social, aún cuando hace sólo meses aseguraba que eran “dádivas y regalos para que la gente se acostumbre a no trabajar” (Capriles dixit).
Acusaban diariamente a la Revolución de promover el pensamiento único (a pesar de los múltiples partidos y organizaciones que la apoyan). En contraparte, van a las elecciones con un candidato “unitario” y una sola opción en el tarjetón electoral, borrando toda diferenciación partidista.
Impulsaron la idea de la “imposibilidad mental” del Comandante. Lo tildaron de mesiánico, dictatorial y déspota… pero hoy “reconocen” su liderazgo, preparación y carisma.
Antes de las elecciones del 7de octubre catalogaban a los revolucionarios como oficialistas, obligados y tarifados. Ahora, su proyecto neocolonial en versión “casi, casi” bolivariana, habla de inclusión de los huérfanos de Chávez y de que “Venezuela somos todos”.
Balbucean insistentemente que el pueblo es horda furiosa y mal hablada, sin embargo arremetieron con todo contra los artistas que dieron a conocer su apoyo a la candidatura del candidato de la Patria, el hijo de Chávez, Nicolás Maduro.
En reiteradas oportunidades han huido de la arena política, bien sea intentando acciones desestabilizadoras violentas o abandonando la discusión. Han hecho de la autoexclusión una de sus principales políticas. Se negaron a participar en las elecciones legislativas del año 2005 y reiteradamente acuerdan no asistir a las sesiones de la asamblea que les resultan incómodas.
El pueblo venezolano, atento, escogerá indudablemente la mejor opción para el país y la Patria Grande. El crecimiento de la conciencia política se verá reflejado este 14 de abril, cuando nuevamente juntos corearemos ¡UH. Ah, Chávez no se va!
ednerara@hotmail.com

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