Occupy se planta ante los cultivos transgénicos
18 mar, 2012 - Esta semana los miembros del movimiento 'Occupy' han protestado en Washington contra la actitud de Monsanto, el gigante de los cultivos transgénicos, durante la conferencia regional 'Ocupa el Medio Occidente' en St. Louis, Missouri.
Con disfraces y pancartas, los participantes del movimiento 'Occupy' protagonizaron una colorida protesta frente a la Casa Blanca, en Washington, y exigieron que se tomen medidas contra Monsanto, líder en la industria de los transgénicos y en los productos agrícolas de síntesis. En concreto, los manifestantes acusan a la transnacional de sobornar a funcionarios estadounidenses y de obstinarse en arruinar a los pequeños agricultores, que se ven incapaces de competir con sus productos transgénicos.
Las protestas están motivadas por la reciente decisión del Gobierno estadounidense de dar luz verde a los experimentos de siembra de semillas de maíz modificado por todo el país. Monsanto quiere probar una especie de maíz resistente a climas muy secos, y con su experimento pretende averiguar si esta especie de maíz es rentable desde un punto de vista comercial. El éxito del experimento podría poner el peligro la existencia de pequeñas fincas, que se verán obligadas a abandonar su negocio.
La transnacional Monsanto, fundada en 1901 como empresa química, ha evolucionado a lo largo de su historia y se ha convertido en líder de la ingeniería transgénica. En la actualidad se dedica a la producción de herbicidas y de semillas genéticamente modificadas (GMO) de cultivos como maíz, patata, algodón y soja. La empresa es conocida por proteger sus modificaciones biotecnológicas registrando las patentes.
Este no es el primer conflicto entre Monsanto y los agricultores. El año pasado los agricultores orgánicos demandaron a la transnacional en un tribunal de Nueva York tras haber encontrado en sus campos productos transgénicos de la empresa.
En respuesta, el gigante biotecnológico presentó una demanda contra docenas de agricultores acusándolos de usar ilegalmente sus semillas patentadas, después de que fueran encontradas en sus campos como resultado de la polinización u otros procesos naturales. Al no tener suficientes recursos para defenderse, muchas pequeñas empresas de agricultura orgánica fueron compradas por la transnacional. Desde 1997 hasta el 2010 Monsanto ha fagocitado a 144 fincas de cultivos orgánicos e investigó 500 campos en el marco de la así llamada campaña 'Policía de semillas'.
En total Monsanto se ha gastado más de 30.000 millones de dólares en adquirir numerosos productores de semillas en EE. UU., incluidos los 20 más grandes del país, llegando a monopolizar este sector.
Monsanto ha sido acusado en numerosas ocasiones de sobornar a funcionarios con pruebas de peso. Según algunas investigaciones, antes de entrar en el Gobierno algunos funcionarios fueron empleados por la misma Monsanto. Este es el caso de Margaret Miller, que trabajó de investigadora en Monsanto y participó en la elaboración del informe para la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA según sus siglas en inglés) sobre la hormona sintética somatotropina bovina. Poco antes de terminar el informe, se despidió de Monsanto y pasó a trabajar en la FDA , donde su primera tarea fue aprobar el mismo informe.
La historia de la compañía cuenta con un historial sorprendente de procesos vinculados con soborno a funcionarios. En enero de 2005 Monsanto acordó pagar una multa de 1,5 millones de dólares por sobornar a un funcionario indonesio. La empresa admitió que un alto directivo suyo había ordenado a una compañía consultora indonesia dar un soborno de 50.000 dólares a un funcionario de alto nivel en el Ministerio del Medioambiente del país asiático en 2002, a fin de evitar la evaluación del impacto ambiental de su algodón genéticamente modificado. Monsanto ordenó a la compañía falsificar una factura destinada al soborno como "gastos de consultoría". Monsanto también ha admitido haber pagado sobornos a varios otros altos funcionarios indonesios entre 1997 y 2002. La empresa hizo frente a cargos criminales y civiles del Ministerio de Justicia y la Comisión de Valores y Bolsas de Estados Unidos (SEC) y tuvo que pagar 1 millón de dólares al Ministerio de Justicia y 500.000 dólares al SEC para cubrir la multa por soborno y otras irregularidades.
Los cultivos de GMO en el mapamundi
Transcurridos 16 años desde su salida agresiva a los mercados internacionales, el 80% de todas las plantaciones de GMO se encuentran diseminadas por el territorio de 4 países: EE. UU., Canadá, Brasil y Argentina. Los países europeos tienden ahora a prescindir de los productos con GMO o, al menos, a no aumentar los volúmenes de su producción. Alemania ha querido ir más allá y en 2012 eliminará el cultivo de vegetales transgénicos. El único cultivo transgénico que seguirá sembrándose en la Unión Europea será el maíz, que se encuentra en su mayoría en España. La superficie total de campos de vegetales transgénicos se extiende por 29 países y abarca 169 millones de hectáreas, de los que 69 están en EE. UU.
Las protestas están motivadas por la reciente decisión del Gobierno estadounidense de dar luz verde a los experimentos de siembra de semillas de maíz modificado por todo el país. Monsanto quiere probar una especie de maíz resistente a climas muy secos, y con su experimento pretende averiguar si esta especie de maíz es rentable desde un punto de vista comercial. El éxito del experimento podría poner el peligro la existencia de pequeñas fincas, que se verán obligadas a abandonar su negocio.
La transnacional Monsanto, fundada en 1901 como empresa química, ha evolucionado a lo largo de su historia y se ha convertido en líder de la ingeniería transgénica. En la actualidad se dedica a la producción de herbicidas y de semillas genéticamente modificadas (GMO) de cultivos como maíz, patata, algodón y soja. La empresa es conocida por proteger sus modificaciones biotecnológicas registrando las patentes.
Monsanto vs agricultores orgánicos
Este no es el primer conflicto entre Monsanto y los agricultores. El año pasado los agricultores orgánicos demandaron a la transnacional en un tribunal de Nueva York tras haber encontrado en sus campos productos transgénicos de la empresa.
En respuesta, el gigante biotecnológico presentó una demanda contra docenas de agricultores acusándolos de usar ilegalmente sus semillas patentadas, después de que fueran encontradas en sus campos como resultado de la polinización u otros procesos naturales. Al no tener suficientes recursos para defenderse, muchas pequeñas empresas de agricultura orgánica fueron compradas por la transnacional. Desde 1997 hasta el 2010 Monsanto ha fagocitado a 144 fincas de cultivos orgánicos e investigó 500 campos en el marco de la así llamada campaña 'Policía de semillas'.
En total Monsanto se ha gastado más de 30.000 millones de dólares en adquirir numerosos productores de semillas en EE. UU., incluidos los 20 más grandes del país, llegando a monopolizar este sector.
Monsanto y el gobierno
Monsanto ha sido acusado en numerosas ocasiones de sobornar a funcionarios con pruebas de peso. Según algunas investigaciones, antes de entrar en el Gobierno algunos funcionarios fueron empleados por la misma Monsanto. Este es el caso de Margaret Miller, que trabajó de investigadora en Monsanto y participó en la elaboración del informe para la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA según sus siglas en inglés) sobre la hormona sintética somatotropina bovina. Poco antes de terminar el informe, se despidió de Monsanto y pasó a trabajar en la FDA , donde su primera tarea fue aprobar el mismo informe.
La historia de la compañía cuenta con un historial sorprendente de procesos vinculados con soborno a funcionarios. En enero de 2005 Monsanto acordó pagar una multa de 1,5 millones de dólares por sobornar a un funcionario indonesio. La empresa admitió que un alto directivo suyo había ordenado a una compañía consultora indonesia dar un soborno de 50.000 dólares a un funcionario de alto nivel en el Ministerio del Medioambiente del país asiático en 2002, a fin de evitar la evaluación del impacto ambiental de su algodón genéticamente modificado. Monsanto ordenó a la compañía falsificar una factura destinada al soborno como "gastos de consultoría". Monsanto también ha admitido haber pagado sobornos a varios otros altos funcionarios indonesios entre 1997 y 2002. La empresa hizo frente a cargos criminales y civiles del Ministerio de Justicia y la Comisión de Valores y Bolsas de Estados Unidos (SEC) y tuvo que pagar 1 millón de dólares al Ministerio de Justicia y 500.000 dólares al SEC para cubrir la multa por soborno y otras irregularidades.
Los cultivos de GMO en el mapamundi
Transcurridos 16 años desde su salida agresiva a los mercados internacionales, el 80% de todas las plantaciones de GMO se encuentran diseminadas por el territorio de 4 países: EE. UU., Canadá, Brasil y Argentina. Los países europeos tienden ahora a prescindir de los productos con GMO o, al menos, a no aumentar los volúmenes de su producción. Alemania ha querido ir más allá y en 2012 eliminará el cultivo de vegetales transgénicos. El único cultivo transgénico que seguirá sembrándose en la Unión Europea será el maíz, que se encuentra en su mayoría en España. La superficie total de campos de vegetales transgénicos se extiende por 29 países y abarca 169 millones de hectáreas, de los que 69 están en EE. UU.