Niño muerto en Guanare era cuidado por persona acusada de violencia
09-Dic 07:40 amDaniel España / Guanare
La abuela reveló que Anney Montilla agredió físicamente varias veces a su hija, Gelliknet González, quien la denunció
Anney Montilla, una de las imputadas por la muerte del niño de 5 años de edad debido a violencia extrema y ultraje en Guanare y responsable de su cuidado, presentó comportamientos agresivos en anteriores oportunidades, según revelaron diversos testimonios obtenidos entre familiares, vecinos y allegados a las familias implicadas en el caso.
Todo apunta a que la relación sentimental que al parecer mantenía con Gelliknet González, madre del pequeño, y un episodio de celos fue el detonante de la agresión contra el pequeño, lo que lo condujo a la muerte.
Rosa Quevedo, madre de Gelliknet González Quevedo y abuela del pequeño fallecido, afirmó que Montilla había agredido a su hija en varias oportunidades durante el tiempo que vivió con ella en Nueva Esparta, por lo que ésta la había denunciado en la policía. "¿Qué relación tienes tú con esa mujer que aceptas hasta que te pegue?", le preguntó en varias oportunidades a González, pero la respuesta nunca llegó.
Expresó que como ya se había encargado de la custodia de sus dos nietas, cuando nació el niño le dijo a Gelliknet González que se encargara de él, para que asumiera la responsabilidad, pero esa acción "culminó en tragedia y cobró la vida de mi niño", acotó.
Vecinos del sector Los Próceres de Guanare, donde vivía Montilla, aseguraron que ésta en ocasiones había agredido a su madre, Valentina Oropeza, con quien residía. La mujer también está detenida por el caso, porque su casa era uno de los lugares donde vivía el infante.
Quevedo afirma que su hija es una mujer trabajadora y de buenos sentimientos y que no es responsable del ultraje ni la muerte de su pequeño. Dice que el único error que cometió fue haberlo dejado con Montilla. Considera que González debería salir en libertad y que la justicia debería aplicar todo el peso de la ley a quien ejecutó el crimen contra el pequeño.
Retorno a Guanare
Quevedo indicó que en septiembre, Montilla decidió volver a Guanare para entrar en la universidad, y acordó con González llevarse al niño para cuidarlo y facilitar que esta finiquitara todo para regresar a Portuguesa antes de fin de año. Tomando en cuenta la relación personal que llevaban ambas, todo parece indicar que la motivación de Anney por volver a Guanare, era para alejar a González de otra persona a quien se estaba acercando sentimentalmente.
Desde septiembre hasta el 2 de diciembre, la abuela pudo ver a su nieto sólo en dos o tres oportunidades porque Montilla se negaba a que lo visitaran.
En esos encuentros afirmó que le vio al niño algunos morados en las piernas, pero su hija le decía que era porque el infante se caía mucho, según justificaba Montilla.
Testimonio médico
El cirujano pediatra que recibió al niño en la clínica el jueves 1º de diciembre, precisó que ingresó exactamente a las 2:40 pm, acompañado de Anney Montilla, Doris Oropeza y del enfermero Yure Hernández., quien lo había contactado telefónicamente.
"Recibí una llamada de un señor solicitando ayuda porque tenía el caso de un niño vecino con una probable quemadura por una moto a nivel del muslo. Ante la situación le sugerí una placa de rayos equis para descartar fractura por ser por una moto y que le fuese aplicado un analgésico; luego le dije que lo llevará a consulta.
Al pasar, 15 ó 20 minutos, volví a recibir una llamada de esa persona que supe era un enfermero, que me dijo haber visto el niño y que estaba en muy malas condiciones y que por eso lo llevaría de inmediato a la clínica", contó.
Recuerda el galeno, que el niño entró a la emergencia presentando mucha dificultad para respirar; ciertos hematomas a nivel de la cara, sobre todo en la frente y el abdomen distendido. Mientras tanto el pequeño pedía agua, que por favor no le tocarán, y repitió varias veces la frase "me muero, me muero".
Cuando las supuestas tías del niño cayeron en contradicciones sobre el día en que el niño se había caído de una moto, que fue la justificación que dieron para los golpes, decidió llamar a las autoridades.
En su presencia, el enfermero dijo a ambas mujeres: "Háblenle claro al doctor si fue de una moto o de un carro, porque esto de verdad no parece caída de moto".
Cuando intentaron trasladar al niño al hospital de Guanare para operarlo, sufrió un paro respiratorio y falleció a las 5:00 pm. Montilla no hacía otra cosa que llorar y Oropeza se negaba a que le hicieran la autopsia. A los pocos minutos el médico forense determinó el abuso sexual contra el infante. También tenía hematomas, mordeduras y quemaduras en diversas partes.
Todo apunta a que la relación sentimental que al parecer mantenía con Gelliknet González, madre del pequeño, y un episodio de celos fue el detonante de la agresión contra el pequeño, lo que lo condujo a la muerte.
Rosa Quevedo, madre de Gelliknet González Quevedo y abuela del pequeño fallecido, afirmó que Montilla había agredido a su hija en varias oportunidades durante el tiempo que vivió con ella en Nueva Esparta, por lo que ésta la había denunciado en la policía. "¿Qué relación tienes tú con esa mujer que aceptas hasta que te pegue?", le preguntó en varias oportunidades a González, pero la respuesta nunca llegó.
Expresó que como ya se había encargado de la custodia de sus dos nietas, cuando nació el niño le dijo a Gelliknet González que se encargara de él, para que asumiera la responsabilidad, pero esa acción "culminó en tragedia y cobró la vida de mi niño", acotó.
Vecinos del sector Los Próceres de Guanare, donde vivía Montilla, aseguraron que ésta en ocasiones había agredido a su madre, Valentina Oropeza, con quien residía. La mujer también está detenida por el caso, porque su casa era uno de los lugares donde vivía el infante.
Quevedo afirma que su hija es una mujer trabajadora y de buenos sentimientos y que no es responsable del ultraje ni la muerte de su pequeño. Dice que el único error que cometió fue haberlo dejado con Montilla. Considera que González debería salir en libertad y que la justicia debería aplicar todo el peso de la ley a quien ejecutó el crimen contra el pequeño.
Retorno a Guanare
Quevedo indicó que en septiembre, Montilla decidió volver a Guanare para entrar en la universidad, y acordó con González llevarse al niño para cuidarlo y facilitar que esta finiquitara todo para regresar a Portuguesa antes de fin de año. Tomando en cuenta la relación personal que llevaban ambas, todo parece indicar que la motivación de Anney por volver a Guanare, era para alejar a González de otra persona a quien se estaba acercando sentimentalmente.
Desde septiembre hasta el 2 de diciembre, la abuela pudo ver a su nieto sólo en dos o tres oportunidades porque Montilla se negaba a que lo visitaran.
En esos encuentros afirmó que le vio al niño algunos morados en las piernas, pero su hija le decía que era porque el infante se caía mucho, según justificaba Montilla.
Testimonio médico
El cirujano pediatra que recibió al niño en la clínica el jueves 1º de diciembre, precisó que ingresó exactamente a las 2:40 pm, acompañado de Anney Montilla, Doris Oropeza y del enfermero Yure Hernández., quien lo había contactado telefónicamente.
"Recibí una llamada de un señor solicitando ayuda porque tenía el caso de un niño vecino con una probable quemadura por una moto a nivel del muslo. Ante la situación le sugerí una placa de rayos equis para descartar fractura por ser por una moto y que le fuese aplicado un analgésico; luego le dije que lo llevará a consulta.
Al pasar, 15 ó 20 minutos, volví a recibir una llamada de esa persona que supe era un enfermero, que me dijo haber visto el niño y que estaba en muy malas condiciones y que por eso lo llevaría de inmediato a la clínica", contó.
Recuerda el galeno, que el niño entró a la emergencia presentando mucha dificultad para respirar; ciertos hematomas a nivel de la cara, sobre todo en la frente y el abdomen distendido. Mientras tanto el pequeño pedía agua, que por favor no le tocarán, y repitió varias veces la frase "me muero, me muero".
Cuando las supuestas tías del niño cayeron en contradicciones sobre el día en que el niño se había caído de una moto, que fue la justificación que dieron para los golpes, decidió llamar a las autoridades.
En su presencia, el enfermero dijo a ambas mujeres: "Háblenle claro al doctor si fue de una moto o de un carro, porque esto de verdad no parece caída de moto".
Cuando intentaron trasladar al niño al hospital de Guanare para operarlo, sufrió un paro respiratorio y falleció a las 5:00 pm. Montilla no hacía otra cosa que llorar y Oropeza se negaba a que le hicieran la autopsia. A los pocos minutos el médico forense determinó el abuso sexual contra el infante. También tenía hematomas, mordeduras y quemaduras en diversas partes.