Caracas, 30-12-2012
Mensaje de fin de año del presidente del
instituto emisor Nelson Merentes
Política monetaria del BCV ha sido decisiva
para el crecimiento económico y el bienestar social
En 2011 se reactivó
el aparato productivo y el consumo final de los hogares. La economía creció 4%
y duplicó la meta prevista en el presupuesto nacional. También se incrementó el
financiamiento a sectores estratégicos como manufactura, agricultura,
microempresas y turismo
Culmina el 2011 y
en Venezuela existen suficientes razones para mirar el futuro inmediato con
optimismo, porque contamos con una economía que se encuentra en proceso de
franca recuperación y, lo más importante, que está supeditada al logro del
bienestar social de todos los venezolanos, según se desprende del acostumbrado
mensaje de fin de año del presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson
Merentes.
Con este documento
el instituto emisor no sólo da continuidad a la divulgación de un informe, ya
habitual dentro de sus publicaciones periódicas, sino que rinde cuentas ante la nación acerca de la
gestión realizada durante el año que culmina. De este modo el BCV honra, de
forma oportuna y con el suficiente rigor científico, los principios de
transparencia y corresponsabilidad social que guían el accionar del Instituto,
en concordancia con los preceptos establecidos en su propia Ley y en la
Constitución Nacional.
Una de las ideas
centrales, que se desarrolla en este comunicado oficial de la autoridad
monetaria, es que el trabajo de estrecha coordinación entre el instituto emisor
y el poder Ejecutivo, durante el año que termina, permitió consolidar las bases
de un sistema económico que confiere prioridad al ser humano y a la
satisfacción de sus necesidades más importantes, como son la alimentación, la
educación, la salud, la cultura y el deporte, entre otras.
Buenas perspectivas
En esta tarea,
explica Merentes, ha sido fundamental la gestión del BCV, ya que ha
contribuido, de manera decisiva, mediante sus instrumentos de política
monetaria a potenciar las fortalezas de nuestra economía. Ello a través de una
administración prudente y soberana de las reservas internacionales de la
República; una adecuada y coherente supervisión del sistema bancario público y
privado, que ha posibilitado, asimismo, incrementar el crédito en áreas
estratégicas como la agricultura, la manufactura y los desarrollos
habitacionales y un mercado laboral donde se ha reducido la informalidad y se
ha incrementado puntualmente el salario mínimo todos los años.
Merentes informa a
los venezolanos que, en efecto, el
desempeño reciente de la economía local ratifica la reactivación de los
distintos sectores productivos, lo que permite avizorar el sostenimiento del
ritmo de crecimiento económico para el año entrante.
El alto funcionario
añade que, basado en un trabajo de alto nivel técnico, en 2011 el Instituto
adoptó las medidas necesarias para mantener el dinamismo de la actividad
económica, preservar los niveles de empleo y garantizar el normal
desenvolvimiento del sistema nacional de pagos (plataforma donde se desarrollan
las transacciones financieras y demás operaciones bancarias, entre agentes
económicos públicos y privados).
En el documento con
que se despide al 2011, Merentes refiere que la economía venezolana mostró una
recuperación importante a lo largo del año, al observarse tasas de crecimiento
significativas en la mayoría de las actividades productivas que componen el
producto interno bruto (PIB). Estimaciones preliminares del BCV indican que, en
este año que finaliza, el PIB registró una expansión de 4%, el doble de la meta
presupuestada. Resultado que estuvo determinado por el crecimiento del sector
no petrolero (4,3%) y el ascenso del sector petrolero (0,6%).
En cuanto al PIB no
petrolero, su evolución estuvo relacionada con el dinamismo del comercio de
bienes y servicios (6,6%), la producción de servicios del Gobierno general
(5,3%), esto es el gasto del Ejecutivo en las áreas de salud y educación, un
ámbito en el que la inyección de recursos estatales acumula más de 35
trimestres consecutivos en alza; y el buen desempeño de la industria
manufacturera, que creció 3,5%.
Todas estas
actividades (comercio de bienes y servicios, servicios del Gobierno general y
manufactura) concentran el 36,4% de la actividad productiva y en conjunto
explican 1,8 puntos porcentuales de la tasa total de crecimiento (4%).
Igualmente, el máximo vocero del BCV destaca que se observó un repunte
importante en el sector de la construcción (3,4%), que reaccionó de manera
favorable al impulso dado con la Gran Misión Vivienda Venezuela y a las mejoras
en la producción y suministro de insumos básicos (cemento y cabilla), resultado
–a su vez- de la recuperación de las empresas básicas de Guayana.
Adicionalmente, se
observaron crecimientos considerables en los sectores de instituciones
financieras y seguros (11,2%), electricidad y agua (5,5%) y servicios
inmobiliarios, empresariales y de alquiler (3,5%), completa Merentes.
En líneas
generales, el presidente del instituto emisor explica que la recuperación
económica observada este año fue favorecida, entre otros factores, por la superación
de la crisis eléctrica -que había afectado de manera importante el desempeño
del sector productivo en 2010-, el incremento de 12,7% en la oferta de divisas
oficiales y el aumento de la inversión ejecutada por el sector público, dirigida
a actividades claves que impulsaron un comportamiento positivo.
Asimismo, el
presidente del BCV detalla que el
consumo final del Gobierno se ubicó en 6%, lo que fue determinante en el
repunte de la demanda agregada interna (gasto interno en bienes y servicios que
son destinados al consumo final privado y público. También incluye la inversión),
cuyo incremento de 6,6% contrastó con la caída de 0,5% en 2010. Por su parte,
el gasto final de los hogares (dinero que destinan las familias a la compra de bienes
y servicios) también creció en una proporción importante de 3,7%, al responder
positivamente al incremento en las remuneraciones reales, las transferencias
del Gobierno nacional y el nivel de empleo.
Más trabajo y bienestar
El informe de la
autoridad monetaria señala que esta recuperación de la actividad económica se
reflejó en la mejoría de los indicadores del mercado laboral. De hecho, cifras
oficiales del INE revelan que la informalidad se redujo hasta 43,6%, el
resultado más bajo desde 2009 y que la tasa de desempleo promedió 8,6% durante
los primeros tres trimestres del año, lo que representó una disminución de
0,3%, frente al mismo período de 2010.
El positivo
desempeño del mercado laboral, precisa Merentes, estuvo impulsado por la mayor
ocupación en áreas que contribuyeron con el crecimiento del PIB, como las ramas
de establecimientos financieros, seguros y bienes inmuebles, así como en el
sector de la explotación de hidrocarburos, minas y canteras, en las cuales el
empleo aumentó 8,8% (54.734 personas) y 9,5% (10.699 personas),
respectivamente.
El empleo en el
sector público creció 5,3% (119.220 personas) y 1,6% en el sector privado
(150.717 personas). El salario mínimo, por su parte, se ubicó en Bs. 1.548, 22,
tras dos alzas puntuales decretadas por el Ejecutivo Nacional. De esta manera,
explica el alto funcionario, la remuneración mínima al cierre de octubre
alcanzó para cubrir 90,5% del costo de la canasta alimentaria normativa
calculada por el INE, lo que significa una mejora de 0,5 puntos porcentuales en
relación a similar mes de 2010. En términos generales y al ajustar por
inflación, las remuneraciones reales de los trabajadores experimentaron una
subida interanual de 8,5%, debido al alza de 25,4% de origen público, y de 1,4%
de origen privado.
Política monetaria y sistemas de pago
El informe del
instituto emisor refiere que, en materia de política monetaria, el Directorio
del BCV decidió acompañar las políticas financieras tendientes a ampliar la
oferta de fondos disponibles para el sector construcción. Para ello se
implementó una liberación de las reservas bancarias requeridas de 300 puntos
básicos, que ubicó el coeficiente del encaje legal en 14%, lo que permitió
destinar una cuantiosa suma de recursos al financiamiento de proyectos y
desarrollos habitacionales, en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Asimismo, las tasas
de interés del sistema bancario no registraron grandes cambios respecto a su
estructura en 2010. Al 23 de diciembre, las tasas aplicadas a las operaciones
activas (costo del dinero para ciertas operaciones crediticias) de la banca
nacional se ubicaron en promedio en 16,4%, apenas 1,7 puntos porcentuales por
de bajo del año pasado. Mientras que las tasas devengadas por los depósitos de
ahorro y a plazo no exhibieron grandes cambios situándose en 12,6% y 14,5%,
respectivamente.
El comunicado
divulgado por la autoridad monetaria señala que el sistema bancario nacional
mostró signos positivos, dado que la cartera crediticia pasó de una contracción
real de 5,9 % en 2010 a
un aumento de 12,8 % este año, estimulada por la recuperación del aparato
económico. Sobresalió especialmente el financiamiento dirigido a la industria
manufacturera (creció 74,4%) y al sector comercial (aumentó 48,2 %).
Igualmente, los créditos a otros sectores prioritarios (microempresa, agrícola
y turismo) crecieron 46,4%, 53,7% y 42,9%, en cada caso.
Las divisas necesarias
Merentes explica
que, en relación con la ejecución de la política cambiaria, el Ejecutivo y el
BCV acordaron a partir de enero de 2011
la unificación del tipo de cambio a 4,30 Bs. por dólar. Además, este año se
articularon una serie de medidas que permitieron incrementar y agilizar el
flujo de divisas, en función de los requerimientos determinados por el mayor
dinamismo de la actividad económica.
Por ello, adiciona
el alto funcionario, la disponibilidad de divisas aprobadas y canalizadas a la
economía a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) en 2011
se situó en un promedio mensual de USD 3.265 millones, 7,5% por encima de lo
registrado en 2010.
Así, las
liquidaciones de divisas alcanzaron USD 35.394 millones, con un promedio
mensual de USD 2.950 millones, lo que
representa un incremento de 1,3% con respecto al promedio mensual del año
pasado (USD 2.911 millones). De este monto, se destinaron USD 24.250 millones
al sector privado mediante operadores cambiarios, USD 4.617 millones a las
importaciones realizadas mediante el Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de
la
Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y USD 6.527
millones al sector público.
Con respecto a la
oferta complementaria de divisas realizada a través del Sistema de
Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), Merentes puntualiza que
el monto nominal negociado a través de este mecanismo hasta el 28 de diciembre
fue de USD 8.711 millones, a un tipo de cambio implícito promedio ponderado de
Bs./USD 5,30. Así, el promedio diario negociado en este sistema se ubicó en
torno a USD 36 millones, un nivel similar al alcanzado en 2010.
Precios
El índice nacional de precios al consumidor
(INPC) registró en 2011, de acuerdo con cifras preliminares, una variación de 27,6
%, cifra muy cercana a la observada el año anterior (27,2%). Por su parte, la
variación anual del núcleo inflacionario (indicador que excluye de la canasta
los factores estacionales y los bienes sujetos a control de precios) se ubicó
en 27,9%, lo que se tradujo en un incremento de apenas 0,4 puntos porcentuales
con respecto a la tasa evidenciada en 2010.
La evolución del INPC estuvo asociada a las
presiones alcistas que generaron sobre los precios el mayor dinamismo de la
demanda agregada interna, el ajuste del tipo de cambio oficial, el alza de los
precios internacionales de los alimentos y el incremento de las tasas
portuarias, entre otros factores. Todo esto en un contexto caracterizado por
las persistentes limitaciones para la ampliación de la oferta de bienes y servicios.
Oro y soberanía
La gestión de las
reservas internacionales se enmarcó en un contexto de un mayor riesgo de
crédito en los mercados financieros mundiales, debido a la profundización de la
crisis fiscal de algunos de los países de la Eurozona, particularmente Grecia,
Irlanda, Portugal y España, causando nuevos recortes en las calificaciones de
riesgo de los instrumentos soberanos (bonos y títulos de deuda de los países) y
nuevas advertencias por parte de las agencias calificadoras.
La desconfianza y
la incertidumbre se vieron reforzadas con un hecho inédito en la historia
contemporánea, como fue la rebaja en la calificación de la deuda soberana de
largo plazo de Estados Unidos desde
"AAA" (la máxima calificación) a "AA+" ante el elevado
déficit fiscal de esa nación.
En este contexto,
Merentes informa que la estrategia de inversión de las reservas internacionales
se orientó a la búsqueda de rendimientos con riesgo controlado. Por ello se
procedió a disminuir la posición de depósitos en banca comercial,
incrementándose los depósitos en instituciones supranacionales y bancos
centrales.
En consecuencia, el
Directorio del Instituto decidió, en una primera fase, enviar el oro en
resguardo del sistema financiero internacional a nuestro custodio Banco de
Inglaterra en Londres. En su segunda fase, recuerda Merentes, ocurrió un hito
en la historia financiera venezolana en términos del manejo de las reservas
internacionales, al efectuarse la repatriación, en el mes de noviembre de 2011,
del primer cargamento de oro monetario.
El regreso, a las
bóvedas del BCV, del oro que compone las reservas internacionales de Venezuela
se ha llevado a cabo con estricto cumplimiento de los parámetros
internacionales de seguridad y el cronograma de trabajo continuará, de acuerdo
a lo previsto, durante 2012. Así, agrega el presidente del Instituto, los
activos externos del país estarán protegidos de las turbulencias que pudiesen
existir en los mercados financieros globales, al estar bajo el control directo
del Banco Central.
Las reservas
internacionales se ubicaron en US$ 29.899 millones al 30 de diciembre de 2011 y
constituyen uno de los principales respaldos de la economía venezolana para
continuar el avance de los programas sociales y mantener el buen ritmo del
crecimiento. Igualmente, con el decreto de nacionalización del oro venezolano,
el Banco Central de Venezuela está llamado a continuar jugando un rol
estratégico en la regulación y ordenamiento de este importante mercado.
El presidente del
BCV, en su mensaje de fin de año, comunica a la población que el Instituto
emisor avanza en los planes de mantener presencia permanente en el Sur del
país, mediante la apertura de una sub-sede en la región de Guayana. Para ello
está previsto, en una primera fase, la apertura de una Oficina Técnica durante
el primer trimestre del año que viene. Con esto se busca coadyuvar con el
desarrollo sustentable de la actividad aurífera y al mismo tiempo potenciar
nuestras capacidades de refinación de este metal precioso, a fin de poder acrecentar
las reservas de internacionales de la república con oro guayanés.
Merentes explica
también que en esta coyuntura de turbulencias y crisis internacional, el oro se
ha convertido en uno de los activos refugio más apetecidos para protegerse, ya
que la mayoría de los países han incrementado la tenencia del metal áureo, esto
porque es el único medio de pago internacional que tiene valor por si mismo y
no es pasivo (deuda) de otros países.
Integración regional y corresponsabilidad social
Mientras que el manejo de los temas
monetarios y financieros continuó ocupando un espacio importante de la agenda
internacional en el marco de la profundización de la crisis sistémica del
modelo económico global, el BCV actuó en forma coordinada con el Ejecutivo
Nacional y demás entes del Estado para responder en forma efectiva a las
exigencias del entorno, así como para continuar consolidando la nueva
institucionalidad concebida por América Latina y el Caribe para el
apalancamiento del desarrollo integral, el aprovechamiento de las
potencialidades de los territorios nacionales, el fortalecimiento de la
soberanía monetaria y económica y la reducción de las asimetrías.
En tal sentido,
refiere Merentes, la construcción de la
nueva arquitectura financiera regional (NAFR) a través de la consolidación de
las iniciativas de cooperación e integración impulsadas desde hace varios años
por el Ejecutivo Nacional y otros socios regionales, ha constituido el eje
central de la actuación institucional. Esto mediante la conformación del Banco
del Sur, la puesta en marcha del Sucre y la creación del Banco del Alba.
Con respecto a la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur), Merentes destacó la participación del Instituto en las
actividades relacionadas con el Grupo de Trabajo sobre Integración Financiera
(GTIF) y con el Consejo Suramericano de Economía y Finanzas mediante el apoyo
técnico en la constitución de esta instancia y en la redacción y adopción de su
Estatuto y Plan de Acción. El Consejo, con el apoyo técnico del GTIF, acordó en
su primera reunión un conjunto de líneas y pautas de actuación para dar
respuesta conjunta de los países suramericanos a los efectos de la crisis
económica internacional.
En referencia al
Banco del Sur, se brindó apoyo técnico a la coordinación nacional venezolana en
la realización de los trabajos correspondientes a la segunda fase para la
puesta en funcionamiento de esta institución, así como en la negociación de la
orientación de tales trabajos entre los países suscriptores del Convenio
Constitutivo.
En el marco de la Alianza Bolivariana
de los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos
(ALBA-TCP), la labor del Instituto se centró en el reforzamiento técnico
requerido para optimizar el funcionamiento y operatividad del Sistema Unitario
de Compensación Regional de Pagos (SUCRE). Merentes recalcó que éste es un poderoso instrumento que va a permitir
el desacoplamiento progresivo del uso de divisas en el comercio intrarregional
y los incentivos para éste, así como la reducción de los costos transaccionales
y de los riesgos cambiarios, entre otros beneficios.
El comercio
venezolano canalizado a través del SUCRE alcanzó al 20 de diciembre de 2011 un
valor de 181,38 millones de sucres (equivalente a USD 226,86 millones), lo que
refleja el dinamismo adquirido por el Sistema en su segundo año de
funcionamiento. Asimismo, resalta la apertura transaccional a los empresarios
privados y la incorporación de los bancos más importantes del sistema
financiero público como Bancos Operativos Autorizados (BOA), lo que se
evidencia en el incremento en número de operaciones causadas que al cierre de
octubre sumaron un total de 344, en el comercio de productos textiles,
agrícolas, agroindustriales, químicos, maquinarias y otros, permitiendo de esta
manera diversificar la oferta exportable y consolidar el comercio
intrarregional.
El presidente del
instituto indicó que durante
2011 el BCV reforzó el valor social de su gestión al definir nuevas formas de
interrelación con la sociedad, mediante el fomento de la participación
ciudadana, su actividad educativa, la corresponsabilidad social en materia de tecnología para la
democratización del conocimiento económico
y el desarrollo de una agenda cultural.
En escuelas, consejos comunales y
otros espacios de la comunidad, facilitadores del instituto emisor llevaron a
cabo jornadas de intercambio con la población, que sirvieron para que ésta
conociera su gestión, así como también obtener herramientas que le permitan
comprender el significado y alcance de la información económica y financiera, y
actuar en defensa del interés colectivo. Se desarrollaron programas de
formación entre las comunidades organizadas, y la ciudadanía en general, como
es el caso del Programa de Formación Socioeconómica del Pueblo, donde se llegó
a 549.485 adultos, jóvenes y niños en los estados Anzoátegui, Aragua, Bolívar,
Carabobo, Delta Amacuro, Falcón, Lara, Mérida, Monagas, Miranda, Trujillo,
Vargas, Zulia y el Distrito Capital.
Este trabajo se complementa con
una extensa red de trabajo colaborativo que se ha creado con instituciones de
Educación superior, públicas y privadas, con la finalidad de hacer masivo el
acceso al conocimiento económico y contribuir de manera importante con la
formación de ciudadanos cada vez más participativos y dispuestos a incidir
positivamente en su entorno más inmediato.
El presidente del Banco Central de
Venezuela despide el 2011 con la certeza de contar con una economía
fortalecida, que mantendrá el crecimiento en 2012, potenciando el bienestar
social de toda la población venezolana. Igualmente, ratifica el compromiso y el
empeño del instituto emisor, y todo su personal, de brindar el mejor esfuerzo y
aportar todas las capacidades técnicas y profesionales para la concreción de
una sociedad cada vez más equitativa y humana.